Pettitte en el banco testifical
Un joven Andy Pettitte (izquierda) y el ya veterano Roger Clemens (derecha) comparten en la cueva en mayo de 2003, cuando ambos lanzaban para los Yankees. Crédito: AP / Duane Burleson
WASHINGTON – Andy Pettitte y Roger Clemens se encontraban unos seis metros (10 pies) uno del otro, el primero en el banquillo de los testigos y el otro en el de los acusados, tratando de evitar una pena de cárcel.
El tema era una observación acerca de la hormona de crecimiento humano (HGH) que Pettitte recuerda haber escuchado en boca de su antiguo compañero de equipo y mentor hace más de 10 años.
“Roger me había dicho que había tomado HGH”, declaró Pettitte. “Que ayudaba a la recuperación, y eso es todo lo que recuerdo de la conversación”.
El resto de los detalles son difusos. Pettitte dijo que esa conversación tuvo lugar durante una intensa jornada de entrenamiento.
Clemens ha dicho que Pettitte “recuerda mal” esa conversación.
El lanzador derecho acusado, que ganó 354 partidos en las ligas mayores, y el testigo zurdo que ganó 240, tuvieron un incómodo reencuentro el martes, en el octavo día del juicio a Clemens, acusado de mentirle al Congreso en 2008 al declarar que nunca consumió esteroides ni HGH.
La presencia de Pettitte, que fue inesperada, reanimó el proceso. El gobierno interrumpió la declaración del primer testigo para que compareciera Pettitte antes del mediodía.
Vestido con traje gris, Pettitte entró a la corte un día después de conceder seis carreras y 10 hits y ponchar a ocho bateadores en cinco entradas y dos tercios de un partido de entrenamiento en Clearwater, Florida. A los 39 años, el lanzador intenta regresar a los Yankees de Nueva York.
El gobierno usó sus primeras preguntas para establecer la relación entre ambos peloteros.
“Nos llevamos bien de inmediato”, dijo Pettitte.
El testimonio de Pettitte comenzó luego de que el abogado de Clemens arremetió con una serie de cuestionamientos para objetar la validez de la investigación legislativa sobre el consumo de fármacos por parte de los beisbolistas, a pesar de la advertencia de un juez acerca de que al hacerlo, podría abrir el juicio a evidencia gubernamental sobre el uso generalizado de esteroides anabólicos y de hormonas en el béisbol.
El abogado de Clemens, Rusty Hardin, preguntó cómo es que cada una de las interrogantes que Clemens enfrentó entonces pudo haber dado pie a leyes.
