Con el arte de vencer y convencer

El peleador mexicano sueña ya con grandes carteleras; Cotto está en la mira para septiembre

Saúl 'Canelo' Álvarez levanta los brazos en señal de victoria tras derrotar a Shane Mosley.

Saúl 'Canelo' Álvarez levanta los brazos en señal de victoria tras derrotar a Shane Mosley. Crédito: AP

LAS VEGAS.- Hizo lo que le faltaba. Cumplió lo prometido. Saúl “Canelo” Álvarez se convirtió el sábado en la figura de más relieve de una cartelera de estrellas y se quedó con los reflectores de una velada en la que la superestrella Floyd Mayweather Jr. sumó una victoria polémica y sin brillo sobre Miguel Cotto.

“Me preparé para ganarle a un peleador de la experiencia y la calidad de Mosley y lo he logrado”, dijo el mexicano, exhultante y sin huellas de castigo en su rostro, salvo la cortadura ocasionada por un cabezazo de su rival en el segundo asalto.

“Aprendí muchísimo y se lo agradezco a Mosley”, añadió. “Nunca me habían cortado y eso también me deja experiencia”.

Álvarez era favorito para ganarle a Shane “Sugar” Mosley por un montón de razones que él redujo a una sola: la verdad de su boxeo, y sin dejar margen para la duda aniquiló al veterano que cuando quiso plantar cara se encontró sin respuestas.

Fue una gran victoria para “Canelo”. La mejor de sus victorias.

Ya no sólo por lo que significa poner en su récord a un supercampeón como lo ha sido Mosley, sino por la manera como facturó su triunfo.

Tuvo el poder de sus puños para advertir temprano a su enemigo. Tuvo la valentía de superar un corte sangriento en la ceja izquierda.

Llevó de nuevo su marca registrada de “demolition man”, y por supuesto su actitud de ir siempre al frente a buscar los combates.

Hasta ahí lo que todos esperaban. Luego “Canelo” destapó el frasquito de otras esencias y encandiló a la crítica más rigurosa.

“Me voy feliz con esta victoria y que sepan que estoy listo para los mejores. Quiero pelear con los mejores”, esta vez lo dijo con toda naturalidad.

Podía decirlo.

Después de exhibir una izquierda educada que ya no sólo tapa el jab del rival sino que sale como volado, limpia y plena de poder para dañar al rival.

Mosley la sintió en el tercer asalto, se puso a distancia y evitó un castigo mayor.

“Quiero a Mayweather. A Cotto. A Pacquiao”, lo dijo con autoridad.

Había exhibido una rapidez de manos desconocida en él.

La manera de disparar sus golpes y recogerse de nuevo para ajustar su defensa han sido un lujo.

Molsey con 40 años -viejo o sabio- lo admitió sin reparos: “Él [Saúl Álvarez] fue muy rápido, tuvo mucha velocidad y no pude cumplir mejor mi plan de pelea”.

Después de ver a Floyd Mayweather Jr. pasar trabajos ante un renovado y duro Miguel Cotto, que merecía otra suerte, los reflectores se quedaron con el pelirrojo tapatío.

Ahora todos saben que lo de “Canelo” viene en serio, sólo que le faltaba probarlo ante un nombre grande y en una noche de aquéllas que regala el boxeo.

No estuvo Mosley en la rueda de prensa, ni Cotto, quien se retiró fastidiado del MGM, y por eso el tema de futuro se quedó en la percepción del monólogo de Mayweather y las palabras precisas de “Canelo”, pero fue suficiente para saber que ya todos cuentan con él.

Se habló de enfrentar a Mayweather por aquello del compadrazgo de Golden Boy Promotions con el Clan Mayweather, aunque no se dieron pasos en ese sentido.

“Admiro a ‘Canelo’, tuvo una gran victoria y para mí es un peleador top”, dijo Mayweather.

Por supuesto se especuló sobre los nombres a futuro para Saúl “Canelo” Álvarez.

Mayweather, complicado, porque los millones del combate con Manny Pacquiao son algo que él no va a dejar pasar.

Sabe que “Canelo” es más joven y tiene más tiempo para ponerlo en agenda y que Pacquiao, que es muy serio en sus decisiones, ha dicho que se va al final del 2013.

Por eso es menos previsible Mayweather-“Canelo” este año, que por ejemplo un combate entre el mexicano y Miguel Cotto, quien querrá resarcir su nombre y entre ambos -boricuas y mexicanos- pueden montar un combate para revivir viejos antagonismos que puede ser muy rentable y que sí pone al noqueador de Guadalajara en lo alto de las carteleras y no como segundo a bordo.

Sonaron más nombres: James Kirkland, el peligroso zurdo de Texas. Se habla del “Perro” Ángulo, pero es sabido que el campamento de “Canelo” no lo querría y además no vende bien. Otros hombres de 154 libras llegan de Europa y no pesan comercialmente.

Así que casi por exclusión y porque ambos la querrían, es posible para el 15 de septiembre, en las fiestas patrias de México, ver una pelea Cotto-“Canelo”, que tiene mucho atractivo para el público latino, con el jalisciense defendiendo su título.

Para entonces tal vez Mayweather haya terminado de purgar los tres meses de prisión a los que está sentenciado y de vuelta volverá a mover la taquilla.

Por lo pronto, con el nombre de Miguel Cotto metido en su cabeza, “Canelo” Álvarez extiende la celebración de la noche cuando se graduó en Las Vegas.

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