Canadá no cumplirá sus compromisos medioambientales
Según un informe del Auditor General, el gobierno canadiense se contradice al argumentar que su salida del protocolo de Kioto estaba justificada en los costos económicos.
Toronto (Canadá), 8 de mayo.- Canadá, el único país del mundo que se ha retirado del Protocolo de Kioto, no cumplirá sus propios objetivos sobre el cambio climático, señaló un informe gubernamental dado a conocer hoy.
Según el informe de la Oficina del Auditor General de Canadá, el Gobierno canadiense no cumplirá en 2020 sus objetivos de reducción de emisiones establecidos por las autoridades del país como alternativa a los más exigentes del Protocolo de Kioto.
El informe señala que “dado que se necesitan reducciones adicionales de 178 millones de toneladas para cumplir el objetivo de 2020, es improbable que haya suficiente tiempo”, dijo el informe.
El documento también señala que el Gobierno canadiense está contradiciendo sus propios argumentos sobre la retirada del país del Protocolo de Kioto.
El Gobierno canadiense anunció en diciembre de 2011 su retirada del Protocolo de Kioto porque dijo que mantener los objetivos de reducción de emisión de gases con efecto invernadero costaría demasiado al país y dañaría su desarrollo económico.
Ottawa cifró entonces en 14, 000 millones de dólares el coste para el país de permanecer en el tratado internacional.
Pero la Oficina del Auditor General dijo hoy que el Gobierno canadiense no ha analizado los costes asociados con su actual política de implementar diferentes regulaciones sobre emisiones dependiendo del sector.
Otra de las críticas del informe es que el Gobierno tendrá que pagar unos 7, 700 millones de dólares para limpiar sitios seriamente contaminados pero no está reservando prácticamente ninguna partida presupuestaria para hacerlo.
La publicación del informe se produce poco después de que Ottawa anunciase que va a reducir los estudios de impacto medioambiental necesarios para ejecutar proyectos.
En las últimas semanas el Gobierno canadiense también ha lanzado una agresiva campaña contra los grupos ecologistas opuestos al desarrollo de los yacimientos de petróleo en las arenas bituminosas de la provincia de Alberta.
