Obama y el nuevo cálculo político
Las encuestas reflejan poco cambio en la competencia entre Obama y Romney
El anuncio la semana pasada por el Presidente Barack Obama de su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo no parece haberle perjudicado en las encuestas nacionales, pero ya hay señales de que puede estarle ayudando a despertar a una base liberal y homosexual hasta ahora desilusionada con el moderado presidente.
En encuestas tomadas desde que el mandatario expresó su postura públicamente se refleja poco cambio en la competencia con el republicano Mitt Romney, al menos a nivel de todo el país.
En cuanto a encuestas sobre la decisión misma, la empresa Gallup, por ejemplo, halló opiniones divididas en las que el 51 por ciento del país apoya su decisión y el 45 por ciento está en contra. Pero entre los votantes independientes, un grupo clave para las elecciones, hay más apoyo para su postura con 53 por ciento frente al 44 por ciento en contra.
La politóloga Christina Greer, de la Universidad de Fordham, dijo que en su opinión la ventaja electoral para Obama podría ser mayor que la desventaja. Sobre todo era esencial que el presidente hiciera algo por despertar a su base de la apatía en la que estaba sumida por su propio gobierno.
“Obama promovió su elección sobre cosas como la creación de empleos, terminar las guerras, cerrar Guantánamo y los derechos de los homosexuales”, dijo Greer. “La verdad es que con los trabajos no le está yendo tan bien, Guantánamo aún está abierto, las guerras aún no han terminado del todo y lo que faltaba era esto para darle ánimo a partes de su base a votar en noviembre”.
Para el politólogo David Schultz, de la Universidad de Hamline, en St. Paul, Minnessota, hay un cálculo político con ciertos riesgos en el anuncio de Obama respecto a un tema que divide tanto al país y que en el pasado se ha utilizado en contra de los demócratas, como lo hicieron los republicanos en 2004 para impulsar la asistencia a las urnas de la base conservadora en ciertos estados.
“Es un riesgo, pero era un problema grave no tener entusiasmo en sus votantes”, dijo Schultz. “En este momento Obama no tiene el apoyo de los independientes por su manejo de la economía, así que lo busca de otras formas? De algún modo los conservadores no van a votar por él de todas maneras y ya estaban motivados. Se busca movilizar a otro grupo”.
Según Schultz, es posible que para el momento de las elecciones todo esto haya sido olvidado por los independientes, más preocupados por otras cosas como la economía, etc., pero la base de Obama sí recordará. El resultado dependerá de quién salga a votar con más fuerza.
Para el decano Charles Dunn, profesor de gobierno de la Universidad Regent, el paso dado por Obama definitivamente ayudará a que los evangélicos y católicos más conservadores, que tenían dudas sobre Romney, estén entusiasmados para votar.
“Creo que esto ayudará a que lo apoyen”, dijo Dunn, quien apuntó que hay estados, sobre todo en el sur, donde Obama debe ganar para reelegirse y que en 2008 ganó contra todo pronóstico a pesar de ser estados conservadores, como Carolina del Norte, por ejemplo. “Él debe ganar de nuevo esos tres estados del sur que ganó en 2008 ó perderá”, dijo.
En cuanto a los latinos, varios expertos consultados dijeron que es improbable que la decisión de Obama afecte ese voto, donde tiene una sólida ventaja de 45 puntos o más por encima de Romney en todas las encuestas.
Un reporte dado a conocer en abril por el Concilio Nacional de la Raza halló que 54 por ciento de los latinos apoyan el matrimonio entre homosexuales. Asímismo, una encuesta de Impremedia/Latino Decisions realizada hace unos meses halló que 63 por ciento de los votantes latinos no está de acuerdo en que los líderes religiosos dicten decisiones políticas o en que las dos estén relacionadas.