Abogan por equidad salarial a mujeres
Siguen ganando casi un 15% menos que los hombres por su trabajo
Nueva York.- Las mujeres del estado de Nueva York siguen ganando casi un 15% menos que los hombres por su trabajo, a pesar de que cada vez hay más hogares que dependen de los ingresos de ellas.
Un nuevo informe realizado a base de datos recogidos por la Oficina de Estadísticas del Trabajo, revela que el 41.5% de las familias neoyorquinas dependen de las mujeres como principal fuente de ingresos, pero los hombres cobran un 14.6% más en su salario de media.
Permitir esta disparidad salarial va más allá de atentar contra los derechos a la igualdad de la población femenina y pone en peligro el bienestar económico de las familias neoyorquinas, de acuerdo a la senadora Kirsten Gillibrand.
“Pagar de menos a las mujeres por su trabajo no sólo supone que se les está robando el salario que se merecen,” declaró ayer Gillibrand. “Además resta seguridad económica a las familias y ralentiza el crecimiento económico general”, agregó.
En las próximas semanas, el Senado deberá votar a favor o en contra de la aprobación de un anteproyecto de ley sobre igualdad de salario, una legislación que busca que los empleadores de las empresas deban rendir cuentas cuando existan grandes desigualdades y que daría la oportunidad a las mujeres a acceder a programas de entrenamiento que les enseñaran como negociar el sueldo que se merecen, entre otras medidas.
Esta ley, caso de aprobarse, sería bien recibido por las madres de familia neoyorquinas que trabajan y crían a la vez a sus hijos.
“Nosotras somos las que ponemos nuestro trabajo en riesgo cada vez que nos quedamos embarazadas y encima cobramos menos por ello”, dice Isadora Ponce, empleada de un establecimiento de cafés y donuts de Washington Heights, quien asegura ser “madre de cuatro y soltera”.
La desigualdad de salarios entre géneros en la población hispana que trabaja en Estados Unidos, sin embargo, es bastante menor que en otras etnias.
De acuerdo a otro informe del Departamento de Trabajo, un hombre latino recibe un salario medio de $560 semanales, sólo $50 más que una mujer latina. En cambio, la diferencia entre un trabajador de raza blanca y una trabajadora, se dispara a los casi $170.
“Soy cocinera y cobro más que mi marido, que sirve mesas, pero no me consuela nada porque lo que yo quiero son sueldos más justos que nos permitan vivir en esta ciudad”, apuntilló Antonia Reina, de origen dominicano, mientras se tomaba un descanso en el restaurante de Harlem donde trabaja.
