Busca a su hijo perdido en el desierto

Padre trata de localizar al menor abandonado en la frontera de Arizona

La Patrulla Fronteriza también ha emprendido la búsqueda, pero hasta el momento no ha habido resultados positivos.

La Patrulla Fronteriza también ha emprendido la búsqueda, pero hasta el momento no ha habido resultados positivos. Crédito: Archivo / La Opinión

TUCSON, Arizona (EFE).-

Carlos Ramírez Pérez recorre el desierto de Arizona con la esperanza de encontrar a su hijo, quien cruzó la frontera de manera ilegal y fue abandonado por el grupo con el que viajaba.

“Quizás es algo bueno que aún no hayamos encontrado nada”, dijo Ramírez Pérez, después de haber recorrido zonas del desierto de Arizona en jornadas de más de ocho horas en busca del lugar donde supuestamente su hijo fue dejado por el grupo con el que viajaba.

El inmigrante mexicano de 46 años llegó a Tucson el 2 de mayo para buscar a su hijo, José Luis Ramírez Castillo, quien salió del estado de México el pasado 15 de abril con el propósito de cruzar la frontera de manera ilegal y reunirse con su padre, quien vive en Memphis, Tennessee.

Ramírez Pérez recibió la peor llamada de su vida en la que le comunicaron que su hijo se había sentido mal y que había sido dejado atrás por el grupo con el que viajaba.

La única información con la que cuenta es la que les dio otro hombre, de nombre Francisco, que viajaba con el grupo, quien dijo que lo habían dejado desmayado y siguieron caminando todavía una noche más por el desierto.

Al siguiente día de haber dejado al joven en el desierto, el grupo fue arrestado por la Patrulla Fronteriza, pero nadie reportó a las autoridades que un hombre se había quedado atrás. No fue hasta que regresaron a México que llamaron a la familia para informarle lo que había pasado.

De inmediato y sin importarle que recientemente había tenido un accidente en el trabajo por el cual una de sus piernas fue enyesada, Ramírez Pérez se trasladó hasta esta ciudad para pedir la ayuda del Consulado de México, la Patrulla Fronteriza y diversas organizaciones para poder encontrar a su hijo.

Con la ayuda de un bastón, el inmigrante mexicano que cuenta con residencia legal en EEUU ha caminado por días, recorriendo albergues cercanos a la frontera, iglesias que brindan ayuda a los migrantes e, inclusive, la morgue en busca de su hijo, pero hasta ahora no ha encontrado nada.

Con la ayuda de Rafael Hernández, de la organización Ángeles del Desierto, con base en California, el inmigrante se internó ayer en el desierto en busca de pistas.

“No puedo resignarme, aún tengo esperanzas de que lo podamos encontrar vivo”, dijo el padre, quien reconoció estar sorprendido de la magnitud y la desolación del desierto.

Actualmente las temperaturas en esta región oscilan alrededor los 100 grados fahrenheit, pero en las próximas semanas éstas se incrementarán a más de 110.

El padre y el activista, junto con voluntarios de organizaciones locales en Arizona como No Más Muertes, planean seguir rastreando el desierto utilizando sus propios recursos este fin de semana.

“Es como buscar una aguja en un pajar y creo que a veces sería más fácil encontrar la aguja”, dijo Hernández..

Aunque han hablado por teléfono con el testigo y este les proporcionó datos del supuesto lugar donde dejaron al joven, nadie ha podido descifrar las pistas.

“La indicaciones son muy vagas, no podemos precisar dónde es el lugar”, dijo el fundador de Ángeles del Desierto, grupo que se dedica a ayudar a familias a buscar a sus seres queridos que se han extraviado en su intento por cruzar la frontera.

“Desafortunadamente este es un caso que se repite con demasiada frecuencia”, dijo Hernández, quien en estos momentos tiene el reporte de otras cinco personas desaparecidas en la frontera de Arizona, Nuevo México y Texas.

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