Atienden de emergencia a manifestante en huelga de hambre

Catalina Arroyo, de 53 años, fue atendida por paramédicos en la madrugada en la Misión Nuestra Señora de Guadalupe, donde se realiza el ayuno por pacientes indocumentados de varios hospitales en Chicago

CHICAGO – Una mujer que integra el grupo de cinco hispanos que realizan un ayuno para reclamar trasplantes de órganos a indocumentados sin seguro médico fue atendida hoy de emergencia, pero se reintegró a la protesta iniciada hace nueve días.

Catalina Arroyo, de 53 años, fue atendida por paramédicos en la madrugada en la Misión Nuestra Señora de Guadalupe, donde se realiza el ayuno, y llevada en ambulancia a un hospital tras quejarse de fuertes dolores abdominales.

Allí fue estabilizada y se comprobó que tenía muy bajos los niveles de potasio, algo que pondría en riesgo su salud, “pero ella decidió regresar a la iglesia”, dijo a Efe Hilda Burgos, que también integra el grupo.

Dijo que Lorenzo Arroyo, otro de los ayunantes de 36 años de edad, y sobrino de Catalina, también ha mostrado señales de complicaciones en su estado de salud.

El grupo se completa con el reverendo José Landaverde, de 43 años y titular de la misión anglicana ubicada en el barrio mexicano La Villita, y Sonia López, de 47.

Según los organizadores del ayuno, se trata de salvar las vidas de los hermanos Lorenzo y Elfego Arroyo, y de Jorge Mariscal, quienes necesitan trasplantes de riñón pero no han sido atendidos en dos centros hospitalarios de Chicago por carecer de documentos migratorios.

Burgos dijo que hasta el momento no hubo respuesta de las autoridades de los centros médicos de la Universidad Loyola, o de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC), “pero nadie se quiere ir. Vamos a continuar hasta las últimas consecuencias”.

El próximo paso de la protesta será realizar este miércoles “una marcha por la vida” hasta la UIC, y una caravana de automóviles que llegará el viernes hasta el centro médico de Loyola, en la vecina ciudad de Maywood.

Burgos destacó como buena noticia que mañana serán visitados por el jefe médico del Hospital Rush, el único centro médico de Chicago que realiza trasplantes a indocumentados a un costo de entre 100.000 y 200.000 dólares.

“Con el hospital Rush tenemos que negociar los medicamentos que evitan el rechazo de los nuevos órganos, y que son igualmente prohibitivos”, agregó. D

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