Niños latinos triunfan en concurso P.S. Art
La obra de Edwen Beltrán y otros 75 alumnos se exhiben en el Museo Metropolitano.
La obra de Edwen Beltrán (con su madre, Blanca López) dará la vuelta al mundo en el catálogo de la exposición. Crédito: CAROLINA LEDEZMA / EDLP
MANHATTAN – La obra Construction Truck, del salvadoreño de 12 años, Edwen Beltrán, y las creaciones de otros 75 estudiantes de escuelas públicas de Nueva York se exhibirán en el Museo Metropolitano hasta el 11 de agosto.
Estos nóveles “Picassos” fueron los ganadores de la décima edición del concurso P.S. Art, una iniciativa que el Departamento de Educación creó en 2003 -en alianza con el Fondo para Escuelas Públicas y la asociación Studio in a School– como parte de su programa para estimular la enseñanza del arte en las aulas de la ciudad. La exposición fue inaugurada el martes pasado por el canciller Dennis Walcott.
La pintura de Beltrán, estudiante de sexto grado de PS/IS 499 de Queens, fue escogida como la imagen del catálogo de P.S. Art. “Desde pequeño me gusta dibujar, pero lo que más me gusta es hacer cartoons (caricaturas)”, señala orgulloso. Esta vez -dice- uno de los retos más difíciles fue lograr que la figura luciera tridimensional.
Su maestra, Kaya Wielopolski, ha trabajado con el niño durante cuatro años en sus clases de educación especial. “Edwen es un buen dibujante que siempre se mantiene en su zona de confort, pero este año fue distinto porque se atrevió a explorar nuevos materiales y técnicas”, comentó.
Blanca López, madre de Edwen, explicó que su vena artística le viene de familia. “Su tío y mis primos son pintores, pero en El Salvador no es como aquí que exploran ese talento y lo celebran en grande”, dice sonriendo.
Al certamen se postularon 786 trabajos, de los que se seleccionaron 74 a la final. De esos, cerca de 20 fueron de estudiantes de raíces latinas, como William Pérez. Este niño mexicano, alumno del segundo grado en P.S. 28 de Queens, fue reconocido por su obra Playing, un collage a base de cartón recortado y pintado. “Lo que más me gusta es que lo hice por mí mismo”, exclama el pequeño ante la mirada orgullosa de su padre, Guillermo Pérez.
