Inmigrantes en huelga de hambre empiezan a ser escuchados por hospitales
Se reunieron con representantes de dos centros hospitalarios, en los que se les ha negado servicios
CHICAGO – Cinco inmigrantes en huelga de hambre desde el 3 de junio, que demandan a dos hospitales universitarios den atención especializada para graves padecimientos de tres personas indocumentadas, lograron ser escuchados hoy por ambas instituciones.
El Centro Médico de la Universidad Loyola (UL) accedió a enviar a un representante para entrevistarse al mediodía de hoy con los cinco ayunantes en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, del vecindario mexicano La Villita, donde mantienen su huelga.
El encuentro se acordó después de que el viernes los huelguistas y simpatizantes realizaron una caravana de protesta frente a uno de los hospitales de la institución privada y entregaron una invitación al coordinador del Sistema de Salud de la UL, Larry M. Goldberg.
La invitación a Goldberg es para que asista a un diálogo que denominaron “Mesa Permanente de Justicia”.
En tanto, el Centro Médico de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) recibió la misma invitación durante una caminata-mitin que realizaron más de cien personas el miércoles pasado en apoyo a los huelguistas.
Hoy, a las cinco de la tarde, acudirá al diálogo el doctor Joe G. García, vicepresidente de la unidad hospitalaria.
En ambos encuentros estarán presentes Jorge Mariscal, quien por su enfermedad requiere un trasplante de riñón, y los dos hermanos Arroyo, Elfego y Lorenzo, que necesitan un trasplante de hígado.
Los familiares de los tres inmigrantes están en huelga de hambre solicitando para ellos atención médica en los centros hospitalarios de ambas universidades.
También estarán los otros ayunantes solidarios, entre ellos el sacerdote José Landaverde, así como la activista Ema Lozano y el pastor Walter Coleman de la Iglesia Metodista Lincoln, que apoyan la demanda.
Además, el doctor David A. Ansell, jefe de operaciones del Centro Médico de la Universidad Rush, institución que ya ofrece una ayuda limitada a los indocumentados.
“Vamos a discutir con ellos cómo pueden ayudar a los inmigrantes indocumentados que sufren enfermedades graves o requieren un trasplante de órgano, sin tener en cuenta su situación jurídica”, dijo el sacerdote Landaverde.
La petición, agregó, es para los tres casos graves que les serán presentados a los representantes de las universidades, pero también para abrir una vía a la atención de la comunidad inmigrante, “porque es injusto que haya enfermos que tienen familiares dispuestos a donarles un órgano pero se les niega el trasplante”.
Aseguró que de encontrar una respuesta favorable para la atención de Mariscal y los hermanos Arroyo por parte de la UIC y la Universidad Loyola, la huelga de hambre terminará de inmediato.
Durante las dos semanas de ayuno, los cinco huelguistas, Sonia López, madre de Jorge Mariscal, Catalina Arroyo, Lorenzo Arroyo, Hilda Burgos y el sacerdote Landaverde, han recibido apoyo solidario de la comunidad y otros religiosos.
Este domingo, integrantes de la Diócesis de Quincy estuvieron con los ayunantes en La Villita, encabezados por el arzobispo Juan Alberto Morales.
El deterioro del prolongado ayuno hizo ya estragos en tres de ellos, dos fueron atendidos de emergencia por el servicio 911, mientras que Lorenzo Arroyo tuvo que suspender la huelga.
Ayer se sumaron a la protesta cuatro voluntarios solidarios: Mauro Pineda, Elvia Ortiz, Leticia Arroyo y el sacerdote Martín Santillana.
