Inmigrantes concluyen huelga de hambre en Chicago

Esto, tras la confirmación por escrito de la Universidad Loyola aceptando finalmente atender el caso de trasplante de riñón que requiere el joven Jorge Mariscal

CHICAGO – Los cuatro inmigrantes que permanecían en huelga de hambre reclamando atención médica para indocumentados en dos centros hospitalarios universitarios, levantaron hoy el ayuno al conseguir una respuesta superior a la esperada.

Los huelguistas compartieron el fin de su ayuno con los medios de comunicación y la comunidad degustando un caldo especial preparado y obsequiado por un restaurante del vecindario mexicano La Villita, donde se ubica la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe.

En rueda de prensa, el sacerdote José Landaverde informó que ayer recibió la confirmación por escrito de la Universidad Loyola aceptando finalmente atender el caso de trasplante de riñón que requiere el joven Jorge Mariscal.

Dicha institución le negó a Mariscal el servicio a sus problemas renales cuando era un niño y tenía el derecho debido a un programa gubernamental vigente.

“También nos buscó personal de los centros médicos de la Universidad de Chicago y la Northwestern University para sumarse a esta respuesta y ofrecer servicio a indocumentados que necesitan atención especial por alguna enfermedad grave o un trasplante de órgano”, dijo.

El religioso advirtió que si bien la huelga de hambre se levanta, el esfuerzo continúa ya que acordó con los representantes de las universidades establecer una mesa de diálogo para definir un trabajo conjunto en este tipo de casos.

También los huelguistas y simpatizantes realizarán este viernes una vigilia frente al Advocate Christ Medical Center en protesta por la negligencia del hospital hacia los pacientes que carecen de recursos financieros o documentos legales.

En 2010 Advocate Christ Medical Center deportó a Quelino Ojeda Jiménez a México para evadir el costo de su atención médica. El inmigrante cuadrapléjico murió un año después en el sueño estado mexicano de Oaxaca.

Los huelguistas y sus simpatizantes pretenden con su acción que Advocate Christ Medical Center sea uno de los otros hospitales en un diálogo que denominaron “Mesa por la atención médica humanitaria”.

“Las necesidades son muchas en la comunidad inmigrante, y buscamos que éste no sea sólo un logro para los tres enfermos por los que sus familiares estaban en huelga, sino un beneficio mayor”, agregó el sacerdote.

Además de la atención inmediata que recibirán Jorge Mariscal y los dos hermanos Arroyo, Lorenzo y Elfego, quienes requieren un trasplante de hígado, los huelguistas de hambre consiguieron que el inmigrante indocumentado Martín Hernández sea atendido en su necesidad de un trasplante de riñón en Northwestern Memorial Hospital.

“Esta victoria demuestra que todos los hospitales pueden llegar a la mesa para discutir una solución al problema de la falta de atención médica que está afectando directamente a las familias más vulnerables en nuestras comunidades”, expresó Landaverde.

“Vamos a seguir luchando juntos por aquellos que necesitan trasplantes y son discriminados por no tener documentos”, dijo Lorenzo Arroyo.

A principio de año, y debido a protestas organizadas por el sacerdote Landaverde, el Centro Médico de la Universidad Rush aceptó atender bajo ciertas condiciones a un número limitado de indocumentados que registraban una enfermedad grave o requerían un trasplante.

Sin embargo, ante los numerosos casos que hay en la comunidad, el religioso decidió iniciar una huelga de hambre para llamar la atención de otros hospitales.

Por ello, el 3 de junio iniciaron el ayuno Sonia López, mamá de Jorge Mariscal; Catalina Arroyo, tía de los hermanos Arroyo; Lorenzo Arroyo; Hilda Burgos, cuyo hijo tuvo hace cinco años un trasplante de riñón.

Así como el sacerdote Landaverde, en reclamo de atención a los centros hospitalarios de la Universidad de Illinois en Chicago y la Universidad Loyola.

La UIC respondió el lunes pasado, sin embargo la Universidad Loyola envió como emisario al fraile jesuita John J. O’Callaghan quien reiteró que no era política de la institución atender a indocumentados.

Este miércoles Landaverde recibió por escrito una respuesta positiva de los directivos del Loyola University Medical Center, no sólo para atender al joven Mariscal, sino para unirse a Rush University Medical Center y UICMC en un diálogo sobre cómo abordar las necesidades de salud de las personas que carecen de recursos.

Más tarde otras dos universidades informaron de su intención de participar en este objetivo.

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