Un incansable Charlie Rangel

El veterano e incansable congresista Charles B. Rangel, prepara con su equipo de campaña las actividades que desarrollará enfocando su artillería en sectores que puedan ser flancos débiles a la hora de contar los votos para ganar en el nuevo distrito 13.

El congresista Charles Rangel suele salir temprano en la mañana para visitar a las zonas de su distrito, pero en campañas esa rutina se agudiza.

El congresista Charles Rangel suele salir temprano en la mañana para visitar a las zonas de su distrito, pero en campañas esa rutina se agudiza. Crédito: Cristina Loboguerrero / EDLP

NUEVA YORK – El veterano e incansable congresista Charles B. Rangel, prepara con su equipo de campaña las actividades que desarrollará enfocando su artillería en sectores que puedan ser flancos débiles a la hora de contar los votos para ganar en el nuevo distrito 13.

Rangel, que se levanta sobre las 6 de la mañana -y como disciplina prioritaria, revisa documentos relacionados a sus obligaciones de Congresista – se dedica a hacer campaña los días que no está en Washington participando de los comités o durante las sesiones de votación.

Sale de su apartamento de Harlem a eso de las 8:00 a.m., no sin antes consumir un saludable desayuno, que consiste en avena y fruta fresca, “hace algún tiempo dejé de tomar café”, aseguró el político.

Hace unas días atrás, Rangel, que asistió, acompañado de lideres dominicanos -como el asambleísta Guillermo Linares y la líder distrital María Luna – a un rally en Washington Heights, base electoral del senador estatal Adriano Espaillat, que se presenta como su principal contrincante en las próximas primarias demócratas.

En su primera parada, Rangel -quien siempre se desplaza en un automóvil Cadillac- descendió lentamente y caminó hasta el sitio de reunión -en la intersección de la calle 208 y la avenida Broadway ayudado de un bastón -debido a sus problemas de espalda-, que dejó colgado en el podium para hablar de sus logros en el campo de la educación, el cuidado infantil y la vivienda, entre otros.

Impecablemente vestido con un traje azul y camisa blanca con mancuernas doradas, y zapatos negros nítidamente lustrados, Rangel se asegura de elegir la vestimenta apropiada, para cada ocasión. En desfiles durante el verano suele recurrir a la tradicional guayabera.

La segunda parada del día la hizo -esta vez sin bastón- en la calle St. Nicholas y la calle 178, donde compartió con medios de prensa, afirmando que en cada campaña electoral, siente la misma “emoción”, previo a los comicios. Su manera enérgica y clara para hablar, al tiempo que permanentemente sonríe y en ocasiones recurre a su sentido del humor.

Tras la inauguración de una de sus sedes de campaña, Rangel dijo por qué él debía ser elegido y no Espaillat. “El voto no es para mi, el votante elegirá por lo que quiere para sus hijos y para su futuro”.

Sin rastro de cansancio, a pesar de sus 82 años -cumplidos el pasado 11 de junio- Rangel se trasladó a la calle 125, para asistir al festival de diversidad donde permaneció por casi una hora.

Aunque no habla español y las únicas palabras que pronunció fueron “gracias y mucha suerte”, Rangel tiene la habilidad de comunicarse con sus constituyentes perfectamente.

Para las 5:00 de la tarde no había comido nada, aunque aseguró que es esto en común en época de campaña. Sin embargo, visitó una zona de El Bronx que forma parte del nuevo distrito.

En la noche, asistió a la gala de los premios The Global Spanish Latino Award, donde fue reconocido por sus más de 40 años de servicio público.

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