Desafío al campeón

DONETSK, Ucrania (EFE/AP).- Cristiano Ronaldo y Portugal retarán hoy a España, el actual campeón de Europa y del Mundo, en el Donbass Arena de Donetsk por un puesto en la final de la Eurocopa 2012, en un duelo entre el fino estilo y la posesión de pelota de la “Roja”, y el futbol vertical y vertiginoso del combinado luso.

Para España es más cuestión de detener a un solo hombre, mientras que Portugal tendrá que contener a todo un equipo. El astro luso tiene la llave para que su selección se acerque aún más a la conquista de su primer torneo importante.

En cuanto a los ibéricos, su avance rumbo a su tercer título grande consecutivo está anclado en un abnegado trabajo de equipo.

La “Roja” simplemente no necesita tener un Cristiano, mientras que Portugal sí, y desesperadamente.

Después de un arranque difícil en el torneo, Cristiano ha hecho la diferencia cuando importaba, al anotar tres goles en los últimos dos partidos, para colocar a Portugal a un paso de su primera final desde la Euro-’04, cuando perdió en casa ante Grecia.

Esta vez Portugal, en gran medida, no será el favorito en el Estadio Donbass.

“Tenemos que ser nosotros mismos y no modificar la forma en que jugamos sólo porque vamos a enfrentar a los actuales campeones del mundo y de Europa”, afirmó el zaguero Joao Pereira. “Vamos a jugar nuestro futbol”.

Eso es más de lo que Francia hizo en los cuartos del sábado, cuando quiso asfixiar a España a expensas de su propia ambición, y perdió dócilmente 2-0.

Dócil no es una palabra relacionada frecuentemente con Cristiano, cuyos 86 goles en España las últimas dos temporadas con el Real Madrid lo convierten en el único que se le acerca un poco al argentino Lionel Messi del Barcelona.

Aunque el extremo Nani es otro talentoso, el equipo no se hace ilusiones sobre cómo tendrá que jugar: con veloces contragolpes y subiéndole la pelota a Cristiano lo más rápido posible.

“Nuestras armas no son un secreto”, dijo el volante Custodio. “¿Será este el año de Portugal? Eso espero”.

Los lusos golearon 4-0 a España en un amistoso en noviembre de 2010, la peor derrota de la “Roja” desde que ganó el Mundial.

Pero sólo una victoria sanaría las heridas del revés luso por 1-0 ante España en la segunda fase del Mundial de hace dos años, en la que los ibéricos maniataron a Cristiano.

España confía en volverlo a hacer con cuatro de los compañeros merengues de Cristiano que probablemente jugarán: el arquero Iker Casillas, Sergio Ramos, Xabi Alonso y Álvaro Arbeloa.

Además de Cristiano, otros dos que militan en el Madrid son Pepe y Fabio Coentrao.

“Hablé con ellos [los lusitanos del Madrid] y los tres se ven muy bien”, dijo Xabi. “Trajeron al torneo la condición física que tienen en el club”.

Agregue a los cinco de España que juegan en el Barsa -Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Gerard Piqué, Sergio Busquets y Cesc Fábregas- y el duelo tiene todos los elementos de ser un miniclásico.

El que Pepe pueda mantener bajo control sus fuertes entradas podría ser crucial para que Portugal conserve sus oportunidades.

Los españoles han dominado la posesión del balón en todos los encuentros que han disputado, pero su futbol aún no luce como esperaban muchos observadores.

Cuando se le preguntó si el asfixiante control de la pelota y el implacable cierre de espacios que practica España lo están convirtiendo en un equipo aburrido, Xabi respondió: “Ésa es la opinión [de la prensa]. Tenemos confianza en la forma en que jugamos y no vamos a cambiar”.

“Tenemos mucha confianza y seguridad en cómo jugamos”, agregó el volante. “Y seguiremos así”.

Xabi, quien anotó los dos goles a Francia, espera un partido reñido.

“En su mayor parte, nuestros equipos siguen conformados por los mismos jugadores que hace dos años. Portugal está animado después de que llegó a semifinales”, afirmó. “Va a ser un partido difícil”.

Pero España confía en sí misma y no hará cambios significativos sólo porque Cristiano juega.

“Jugar como equipo es la mejor forma de detener a cualquier jugador”, afirmó Xavi.

La “Roja” tiene los conocimientos para ganar, pero Portugal cuenta con una pequeña ventaja: dos días más de descanso.

“Eso tenemos que aceptarlo”, afirmó Alonso. “No puede ser una excusa”.