¿Cómo resolver problemas en familia?

La historia de las películas antiguas en la que los hijos se oponían rotundamente a que alguno de sus padres, viudos o divorciados rehicieran su vida al lado de otra persona, es ya cosa del pasado. Hoy, es muy común ver que se repite este tipo de encuentros y lo que se busca es lograr un equilibrio en el que, sin perder la relación con la familia anterior, se pueda formar una nueva en la que haya una convivencia, se involucren emocionalmente unos con otros y pasen solamente de compartir el techo a transformar su relación en un lazo afectivo.

Al parecer el objetivo puede tornarse muy ambicioso y para muchos, como difícil de hacer realidad y aunque es cierto que representa grandes retos, con organización, una buena comunicación y voluntad de todos los involucrados, es posible empezar una vida juntos, como indica el psicólogo Luis Escorcia, catedrático de la Facultad de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, de la UNAM. “El primer reto a vencer es que los hijos acepten la posibilidad de que sus padres tengan una relación amorosa con otra persona, después que puedan unirse y compartir el techo con todo lo que esto conlleva. No es una labor fácil bajo ninguna circunstancia, sin embargo, tampoco están condenados a convertirse en una familia disfuncional”.

Esta nueva forma de constituirse es conocida como familia mosaico, se llaman así porque existen distintos modelos, como por ejemplo:

Uno de los adultos es padre biológico de los niños y otro funge como padrastro.

Ambos tienen hijos de un matrimonio anterior ya sea por divorcio o viudez y viven bajo el mismo techo.

Ambos tienen hijos y han decidido tener los propios.

Tan variado como complejo

Mientras más miembros conformen la familia, la organización se vuelve más complicada, debido a que todos tendrán que enfrentar cambios, muchas veces radicales en su estilo de vida y que incluyen desde el hecho de abandonar su barrio, el colegio y el escenario en el que se sentían seguros, hasta tener que compartir la habitación y asumir nuevas responsabilidades.

En este tipo de estructuras, agrega el especialista, hay que contemplar que la adaptación puede tomar mucho tiempo, debido a que se trata de unificar costumbres, llegar a acuerdos, hacer que el carácter de cada uno sea compatible y lo más común, tener que batallar hasta con las simpatías, sí hay elementos indispensables que van a contribuir a llegar a buen puerto: “uno es la comunicación para poder escuchar, atender las necesidades de los otros y facilitar los acuerdos, otro es la igualdad y se refiere a evitar que haya algún tipo de distinción sobre alguno de los integrantes, aunque cada uno tendrá necesidades de afecto y atención se debe procurar que las reglas sean las mismas para todos y por último, dejar claro el tema de la autoridad, ambos padres deberán decidir la forma en que van a disciplinar a los hijos, para evitar conflictos y al mismo tiempo comunicárselo a ellos para que conozcan la forma en que se manejarán las cosas”.

Este último punto, advierte el experto, es prácticamente la prioridad a atender, ya que en este tipo de familias es muy común que se confundan los roles y fácilmente se caiga en la desintegración. No se trata de sustituir a los padres biológicos sino de establecer las pautas claramente: el respeto no está sujeto al lazo de sangre que se tenga con el adulto a cargo, todos, sin importar su origen deben respetar y ser respetados; las reglas se deben seguir bajo las condiciones pautadas y ante todo debe prevalecer el bien común.

Sin importar su composición, todas las familias enfrentan conflictos y retos que son sensiblemente más sencillos de superar cuando cada uno tiene se ocupa de procurar el bienestar de todos, más allá de pensar en el propio. La unión es fundamental y el amor indispensable para sortear cualquier adversidad que aparezca en su historia de vida.

Para leer

Super cooperadores

Martin A. Nowak y Roger Highfield

Ediciones B

Para ver

Los tuyos, los míos y los nuestros

Dirige: Raja Gosnell

Estados Unidos, 2005

Colaboración de Fundación Teletón México.

“El principio de ser paciente es empezar con uno mismo”.

Bojorge@teleton.org.mx