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Niños hispanos en mayor riesgo de morir ahogados o tener accidentes en albercas

Los familiares deben cuidar a los niños en las piscinas.

Los familiares deben cuidar a los niños en las piscinas. Crédito: AP

NUEVA YORK.- Los niños de origen hispano en Estados Unidos tienen dos a tres veces más probabilidades de ahogarse en una alberca que el promedio nacional. Estadísticas de la Fundación USA Swimming revelan que el 62% de los niños latinos no puede nadar, lo que ocasiona que los infantes de este grupo sean especialmente vulnerables a sufrir ahogamientos y accidentes en el agua.

Por esta razón, la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos (CPSC, en inglés) está promoviendo por tercer año la campaña Alberca Segura: Diversión Asegurada, para alertar y educar a los padres hispanos con el fin de que tomen medidas de precaución ahora que ha comenzado la temporada de verano.

“Desafortunadamente cada año se ahogan en piscinas y spas alrededor de 390 niños menores de 15 años, y miles más sufren lesiones relacionadas con piscinas. Muchos de estos niños quedan discapacitados de por vida”, asegura Carla Coolman, portavoz hispana de la CPSC.

Según la vocera del CPSC, el 75% de las muertes reportadas por ahogamiento en 2009 involucraron a niños menores de cinco años. “De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades [CDC], el ahogamiento es la causa principal de muerte por lesiones en niños entre uno y cuatro años”, asegura Coolman.

Las estadísticas presentadas por el CPSC, demuestran que entre enero y octubre de 2011 se ahogaron 39 niños menores de 14 años en California.

“Estamos enfocando nuestros esfuerzos a las comunidades vulnerables que, basados en las estadísticas, son los niños menores de cinco años en las comunidades hispanas y afroamericanas”, informa Coolman.

Además de reducir el número de ahogamientos en niños, la campaña también busca evitar las sumersiones y accidentes en albercas y spas.

“El ahogamiento ocurre más comúnmente cuando los niños tienen acceso a una piscina y dejan de ser supervisados por un adulto brevemente en hogares, en albercas comunitarias o públicas”, explica Coolman.

“La gente sabe que el ahogamiento es un peligro latente, pero nuestras comunidades necesitan concienciarse más sobre el hecho de que ahora ésta es la causa principal de muertes de niños pequeños”, enfatiza la vocera.

“Los padres pueden tomar un curso de resucitación cardiopulmonar, tener un gancho a la mano para sacar a alguien en caso de que caiga en la piscina, un salvavidas o instalar una verja de seguridad”, aconseja Coolman.

“Algo que no pensamos en medio de una tragedia, es que si un niño está extraviado, lo primero que se debe hacer es buscarlo en la piscina, y no sólo en la nuestra sino también en la de los vecinos, porque cada segundo cuenta”, agrega Coolman.

La experta en el tema asegura que los ahogamientos ocurren rápida y silenciosamente, por ello los padres no deben descuidar al menor ni un minuto. “Mucha gente piensa que si un niño cae al agua se van a escuchar sus gritos pidiendo auxilio, pero no sucede así”, concluye la portavoz del CPSC.

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