CRECE trÁfico sexual en LA

Desde que se integró la Unidad de Tráfico Humano del LAPD en el 2009, se han conducido más de 500 investigaciones de tráfico humano, que concluyeron con la detención de 80 personas por ofensas relacionadas con este delito.

Para el Proyecto María Magdalena (MMP), que ofrece ayuda a las víctimas de la prostitución en el Valle de San Fernando, estos arrestos son pocos considerando que la trata de personas es un problema que sigue creciendo. De hecho, la organización asegura que se ha convertido en un negocio redituable para las pandillas.

“Vender mujeres les da más ganancias que vender drogas o armas”, dijo Donna Sarullo, coordinadora de programas de extensión de MMP. “Cada día nos refieren a más jovencitas menores de 18 años”, agregó.

En Los Ángeles el tráfico sexual se ha encontrado en una variedad de lugares: prostíbulos clandestinos, salas de masajes, clubes nudistas y en la prostitución callejera. Sus principales víctimas suelen ser jovencitas de hogares de crianza, de vecindarios marginados y con historial de abuso.

La Policía ha identificado más casos en Watts, el Sur-Centro de Los Ángeles, Inglewood y Compton.

El silencio de las personas forzadas a prostituirse y el constante cambio de los lugares de operación de los proxenetas dificulta a las autoridades detener este práctica.

“De San Diego van a Los Ángeles, luego llegan a Oakland, a Sacramento; y suben a Seattle y más tarde se trasladan a Las Vegas. Unos operan localmente, pero la mayoría se mueve por todo el país”, dijo Sarullo.

Por este tránsito constante, autoridades del condado lanzaron a finales de mayo una campaña contra el tráfico sexual de menores, desplegando miles de carteles en estaciones y autobuses. “Con esto decimos: no más, no en nuestras calles, no a nuestras jovencitas”, expresó el supervisor Don Knabe.

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