HSBC anuncia cierre de unas 20,000 cuentas de clientes mexicanos

David Bagley, alto ejecutivo de HSBC, renunció hoy por las fallas que permitieron el lavado de dinero de los cárteles mexicanos.

Sede de HSBC en Gran Bretaña.

Sede de HSBC en Gran Bretaña. Crédito: EFE / Facundo Arrizabalaga

Washington (Notimex).- David Bagley, alto ejecutivo de HSBC, renunció hoy por las fallas que permitieron el lavado de dinero de los cárteles mexicanos de las drogas, mientras directivos del banco anunciaron el cierre de unas 20,000 cuentas de clientes mexicanos.

En una audiencia ante el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado estadunidense, que investiga el posible lavado de dinero en HSBC, Bagley, jefe de la Oficina de Quejas de la institución, consideró que era “el momento adecuado” para que otra persona ocupe su puesto.

En tanto, directivos del banco con casa matriz en Londres, anunciaron que cerrarán unas 20,000 cuentas de mexicanos en las Islas Caimán frente a los vacíos en los controles en su manejo y los cuales se extendieron también a sus operaciones en México.

La determinación derivó de las fallas estructurales detectadas en las operaciones de HBMX, la división mexicana de HSBC, y que se sospecha permitieron el lavado de millones de dólares en dinero proveniente del narcotráfico y el crimen organizado.

Un reporte preparado por el Subcomité de Investigaciones Permanentes del Senado dado a conocer aquí, detalló que entre 2007 y 2008 las afiliadas de HSBC en México transportaron de manera física a Estados Unidos $7,000 millones.

El senador republicano Tom Coburn dijo que esas operaciones convirtieron a las afiliadas mexicanas de HSBC “en el mayor exportador de dólares en México a las afiliadas de HSBC en Estado Unidos”.

“Lo que hemos descubierto en HSBC es un preocupante número de ejemplos de sistemas débiles que habrían permitido que fondos criminales o terroristas circularan (a través del sistema financiero estadunidense)”, apuntó el legislador.

Uno de estos casos incluidos en el reporte es el del empresario mexicano de origen chino Zhenli Ye Gon, presentado como evidencia de los laxos controles bajo los que operó por años HBMX, la filial mexicana de HSBC, tras la adquisición de Banca Bital en 2002.

El reporte refiere cómo funcionarios del banco permitieron que Ye Gon mantuviera sus cuentas en esa institución.

“Las cuentas no fueron designadas como de alto riesgo a pesar de las inusuales transacciones que habían llamado la atención varias veces entre el 2003 y el 2007”, se indicó en el reporte de 340 páginas.

Ye Gon, sometido a un proceso de extradición a México, fue detenido en el vecino estado de Maryland en 2007 a solicitud de ese país, y acusado aquí de cargos de producción e intento de distribución de metanfetaminas.

Paul Thurston, jefe ejecutivo de la oficina de banca minoritaria de HSBC, y quien presidió operaciones en México durante 14 meses a partir del 2007, reconoció la existencia previa de “significativas debilidades en la infraestructura de controles” en sus operaciones en México.

Cuestionado por Coburn sobre su reacción tras el arresto de Ye Gon, Thurston se dijo “horrorizado por el caso, y esto realmente expuso una serie de debilidades dentro del banco”.

Leigh H. Winchell, director adjunto de investigaciones de la Oficina de Migración y Aduanas (ICE) y quien testificó ante el panel en una audiencia que se prolongó por más de seis horas, explicó el impacto de la circulación de fondos propiedad de los cárteles de las drogas en cuentas de HSBC hacia Estados Unidos.

“Sus ganancias son el motor de su actividad. Entre más dinero legítimo parezcan tener, más podrán financiar sus actividades ilícitas y diversificar posteriormente sus actividades criminales”, dijo.

Por su parte, el presidente del subcomité senatorial, el demócrata Carl Levin, señaló que otro aspecto preocupante es la operación de cuentas en “paraísos fiscales” como las Islas Caimán.

Citó casos contenidos en el reporte que sugieren que fondos provenientes de grupos asociados al terrorismo habrían sido transferidos a través de HSBC a cuentas en esa nación caribeña, aprovechando la inexistencia de controles sobre lavado de dinero.

“Se trata de supuestas oficinas porque entiendo que no existen oficinas, no hay empleados, es sólo una operación de pantalla para ofrecer cuentas en dólares”, dijo el legislador, quien destacó que las operaciones en esa nación eran manejadas por empleados en México.

Una situación similar fue aludida en el caso de las miles de cuentas de clientes mexicanos que HBMX mantiene aún en las Islas Caimán, y que de acuerdo con Bagley, jefe de la división de quejas de HSBC, se ha acordado cerrar, aunque no ofreció plazo para ello.

Las cuentas pasaron a ser manejadas por HSBC tras la adquisición de Banca Bital en 2002, en un número que alcanzó hasta 60 mil, retenidas por 50 mil clientes y con un valor total de dos mil 100 millones de dólares en 2008, de acuerdo con datos de la investigación.

La opacidad con que estas cuentas venían siendo manejadas quedó reflejada en aspectos como el hecho de que mil 500 cuentas no aparecieron mencionadas en los reportes de balances.

En otro 48 por ciento la ausencia de información sobre los titulares de esas cuentas era tal que “HBMX no tenía idea de quién estaba detrás” de las mismas, se indicó en el reporte.

Otras más venían siendo “mal utilizadas por el crimen organizado”, de acuerdo con palabras de un funcionario de HBMX mencionado por el reporte, pero no identificado.

Thurston dijo que en años recientes “se tomó la decisión de dejar de manejar operaciones en dólares en México, cerramos oficinas en áreas donde hay alto riesgo de lavado de dinero y ahora tenemos en proceso todas las cuentas de HBMX en las Islas Caimán”.

Bagley refirió que la cifra pico de 60,000 cuentas que llegaron a manejar en ese paraíso fiscal se han reducido a unas 20,000.

Durante la audiencia, funcionarios de HSBC aceptaron la responsabilidad del banco en las fallas en el caso de México y el manejo de las cuentas en la Islas Caimán.

Dijeron que las lecciones aprendidas en ambas instancias han sido aplicadas en cambios radicales en su operación a nivel mundial.

“Lamentamos profundamente y nos disculpamos por el hecho de que HSBC no cumplió sus propias expectativas, las expectativas de nuestros reguladores, nuestros clientes y el público en general”, dijo la presidenta ejecutiva de la división estadunidense de HSBC, Irene Dorner.

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