Se unen para reverdecer Brooklyn

Green Guerillas crea puente entre jóvenes y comunidades para rescatar áreas verdes

Brooklyn – En la calle Hart de Bed Stuyvesant, Pablo Correa comparte con sus vecinos el producto de su cosecha en el huerto Hart to Hart, donde cada verano él cultiva la pasión que aprendió de niño en Puerto Rico con sus padres.

Desde hace 15 años, Green Guerillas (GG) –organización que desde 1973 trabaja por reverdecer Nueva York– colabora con los miembros de Hart to Hart y les provee de herramientas, semillas y asesoría técnica gratuita, explicó el boricua. También los ha ayudado a atraer nuevos miembros y gestionar subvenciones para acometer mejoras.

“Cuando comenzamos a recuperar este espacio éramos sólo cuatro personas, ahora somos más de 20”, comentó Correa.

Sólo en Brooklyn hay más de 200 espacios verdes en manos de la comunidad. Pero no abundan en vecindarios como Bed Stuyvesant, East New York, Brownsville y Crown Heights, donde además hay una alta concentración de pobreza y malnutrición. Aunque GG está presente en toda Nueva York, concentra mucha de su acción en estas áreas donde –como dice la organizadora comunitaria de GG, Hannah Riseley-White– se ha convertido en un centro de orientación vecinal sobre horticultura urbana.

Según Riseley-White, la mayoría de quienes acuden a GG crecieron en ambientes no urbanos, donde aprendieron a cultivar la tierra. “Muchos me dicen que tener estos jardines es una manera en que ellos muestran a su familia una parte de su historia”.

En la calle Madison de Bed Stuyvesant donde vive Sharon Fludd, no hay un parque para que los vecinos se reúnan. Por eso, ella y un grupo de residentes acudieron a Green Guerillas y trabajaron juntos con el fin de convertir un lote abandonado en un parque y huerto comunitario.

“Queremos tener un jardín de vegetales, pero también un sitio donde la gente pueda recibir clases de zumba, venir a leer o simplemente a relajarse al aire libre”, dice Fludd, mostrando con orgullo las cajas que construyeron donde crecen plantas de tomate y pimientos.

Miembros de la brigada Youth Tillers –uno de los programas juveniles de Green Guerillas– hacen gran parte del trabajo duro. “Me gusta colaborar con mi comunidad y, aunque es un trabajo duro, es muy gratificante verlo completo y darte cuenta de que si no fuese por ti no existiría”, dice Charisma Farley, estudiante de negocios quien se unió al grupo juvenil hace dos años.

“Youth Tillers nace como respuesta a lo que la gente nos pide”, explica Riseley-White.

En el verano, la brigada contrata 10 alumnos de secundarias de Brooklyn y les paga $10 la hora. Cada semana estos adolescentes visitan, al menos, ocho jardines para hacer labores de mantenimiento. Uno de los proyectos más ambiciosos donde participan es el huerto, vivero y mercado de granja de Bushwick Campus, desarrollado y mantenido por estudiantes de las cuatro secundarias que allí funcionan. GG contribuye con un programa similar en George Windgate Campus en Crown Heights.

Génesis Rodríguez, graduada de Bushwick High School for Social Justice, lleva dos años en la brigada, a la que se unió para saber más de mejores prácticas agrícolas. “Trabajar con Green Guerillas para mí significa salud”, expresa la futura veterinaria. “Yo crecí en Bushwick rodeada de locales de comida rápida, pero con esta experiencia he aprendido mucho más que a comer vegetales en cantidad y prepararlos de diferentes maneras”.

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