“Stop and Frisk” sigue calentando el ambiente en NY

La organización “Make the Road” realiza un sondeo sobre la polémica táctica de "detención y cacheo" de la Policía neoyorquina

De las casi 700,000 personas que la Policía detuvo en la calle el año pasado, casi el 87% fueron de raza negra o hispana.

De las casi 700,000 personas que la Policía detuvo en la calle el año pasado, casi el 87% fueron de raza negra o hispana. Crédito: AP

Nueva York – Justin Serrano tenía 13 años la primera vez que fue detenido por la Policía. Sostiene que caminaba de la escuela a la casa con su hermano de 7 años cuando los agentes lo pusieron contra la pared, lo cachearon y lo mantuvieron en el asiento trasero de un vehículo policial durante más de una hora mientras ambos menores lloraban. Luego dejaron partir a Serrano, y le dijeron que lo habían confundido con otra persona.

Fue un momento determinante en la vida de Serrano. Cinco años después, estaba sentado con otro hispano y otro adolescente afroamericano con una historia similar en Make the Road, una organización comunitaria en Brooklyn. Asesorados por dos profesores universitarios, los adolescentes aportaron preguntas para un sondeo sobre la polémica táctica de detención y cacheo, conocida como “Stop and Frisk” de la policía neoyorquina.

La política de la Policía neoyorquina de detener y en ocasiones registrar a una persona que los agentes consideren sospechosa han ocasionado un candente debate y demandas federales. Los oponentes sostienen que la medida es anticonstitucional y facilita la caracterización racial, mientras que la municipalidad y sus partidarios creen que la medida ha reducido los crímenes violentos.

La Policía neoyorquina detuvo a casi 700,000 personas en la calle el año pasado, frente a 90.000 hace una década. Casi el 87% fueron de raza negra o hispana. Casi la mitad fueron cacheadas y el 10% detenidas.

Una juez federal otorgó en mayo categoría de demanda colectiva, por lo que miles de personas que fueron detenidas a lo largo de los años podrían sumarse a la denuncia presentada por el Centro de Derechos Constitucionales en nombre de cuatro hombres negros. En junio, la Unión de los Derechos Civiles de Nueva York distribuyó una aplicación para teléfonos inteligentes con el propósito de acabar con las detenciones y cacheos que permite a los transeúntes grabar las detenciones policiales y alertar de inmediato a otros de dónde ocurre.

La juez federal Shira Scheindlin dijo que hay “pruebas abrumadoras” de que la policía ha realizado miles de detenciones ilegales sobre la base de razones muy endebles como “movimientos furtivos”. Criticó además a la policía neoyorquina por mostrar “una apatía realmente preocupante hacia los derechos constitucionales más fundamentales de los neoyorquinos”.

Al día siguiente, el Comisionado de Policía Raymond Kelly anunció cambios en el entrenamiento y supervisión de los agentes, y desde entonces el número detenciones ha mermado de forma apreciable.

Empero, el comisionado y el alcalde Michael Bloomberg defienden tenazmente la práctica policial que ha permitido transformar Nueva York en una de las grandes ciudades más seguras de Estados Unidos.

“Nadie debería pedirle a Ray Kelly que se disculpe ” él no lo hará ni tampoco yo”, dijo Bloomberg el día del fallo.

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