Aquí la policía mata a los locos
Dígame usted ¿cuántas veces ha estado en algún lugar en Manhattan y ha visto o le ha dado el olfato de alguien fumando marihuana?
Recuerdo que hace unos años un amigo de Ponce – Tito Reyes – estuvo en NY para un desfile puertorriqueño y se quedó asombrado cómo a la gente “fumando pasto” en la Quinta avenida no los arrestaban.
Claro está eso es ilegal. Tan ilegal como tantas otras cosas que a diario acontecen en la urbe en pleno día.
A media tarde del sábado, Darrius Kennedy, de Hempstead, N.Y., supuestamente se estaba fumando un yerbo. La policía, ejerciendo su derecho, se le acercó al hombre de 51 años. Según los informes oficiales del NYPD y testigos de los hechos, el nativo de South Carolina no obedeció a los dos uniformados que inicialmente se le acercaron. Sin lugar a dudas que el sospechoso debió de haber obedecido a los policías. Sin embargo, Darrius Kennedy lo que hizo fue retroceder. La policía comenzó su interlocución en la calle 44 y Séptima avenida con el marihuanero. Llegó un momento en que los agentes recurrieron a ‘pepper spray’ para tratar de detener al sospechoso. El hombre negro que ya estaba rodeado de agentes, no estaba confrontando a los uniformados. Tal parece que al ser rociado con el gas, que dicho sea de paso no lo detuvo, éste sacó un cuchillo y se lanzó en dirección de la policía. En la calle 37, ellos abrieron fuego, pues temían por sus vidas. Doce fueron los tiros en contra de quien había estado echando para atrás. O sea, le tiraron para matarlo, no para detenerlo.
El occiso no estaba bien de la mente. El historial incluye previos arrestos por marihuana. En el 2008 fue atendido en el hospital Bellevue luego de un incidente. El comisionado de la policía, Raymond W. Kelly, dio fe a los detalles de sus agentes.
El acalde Bloomberg, por su parte, le aseguró a los turistas que la ciudad es la más segura que pueden visitar. Porque aquí matamos a los locos, siempre y cuando no sean blancos.
Bajofuego@eldiariony.com
