Fantasías multimedia para nuevas generaciones

Lapacazo Margarita Sandoval, de 49 años, escribe historias para los niños y adolescentes

Nunca estuvo alrededor de demasiados niños. Fue única hija y ella no tiene pequeños. Pero siempre los observó, curiosa, con la meta de entender su diminuto, gran universo y llegó a comprenderlos mejor que nadie.

“Adoro a los niños; su forma de ver el mundo, la manera en que piensan con frescura. Ahí tienes a estas personitas que te confían, que necesitan todo. Encuentro fascinante el poder ayudar a alguien a crecer y convertirse en alguien maravilloso”.

Lapacazo Margarita Sandoval, de 49 años, no fue madre pero se las ingenió para poder estar cerca de estos locos bajitos a los que tanto quiere y moldear sus primeras reflexiones.

“Empecé a escribir historias y cuentos infantiles hace ya hace mucho tiempo”, comenta esta mujer capaz de inventar mágicas aventuras que a veces parecen de ciencia ficción y a veces muy realistas.

En su prosa, Lapacazo se basa en su propio camino; una ruta con segmentos llanos y otros muy escabrosos. Hija de un explosivo cocktail racial –su padre era mexicano y su madre afro-americana, cubana e indígena, de la tribu Seminole, de ahí su nombre que significa fuerza– ya de niña tuvo que aprender a construir sus propias herramientas de defensa.

“En la escuela pasé momentos difíciles; algunos chicos me hacían bromas o me dejaban de lado porque era muy gordita. Era el perfecto estereotipo: fornida, con anteojos de mucho aumento y marco grueso y además era ceceosa”.

Por obligación, Lapacazo tuvo que generar sus propios antídotos. “Vivíamos en aquél entonces en Pensilvania y nuestra casa se convirtió en un refugio para todos los otros niños que, como yo, éramos hostigados por los más populares. Fue en estas tardes después de la escuela que me fogueé como contadora de historias”, explica. “En esas historias siempre salía airosa y los villanos eran derrotados pero sin violencia, con trucos de magia, con astucia y picardía y con la ayuda de animales tiernos que se convertían en mejores amigos y cómplices”.

Todos esos personajes aparecen en ‘Boogaloo’, su primera obra, protagonizada por Carolina, una pequeñita sin hermanos –tal como ella– y de largos brazos y enormes y aparatosos pies que recorre el mundo, –empezando por España– junto a un hada diminuta, Boogaloo.

“Boogaloo es una danza y le puse así en homenaje a mi madre porque ella siempre me despertaba cada mañana diciéndome: ‘Arriba, arriba, let’s boogaloo’”.

Lapacazo vive en Harlem y es allí donde encontró sus tres oasis de escritura. “En casa mucho no puedo, vivo en un apartamento pequeñito que comparto con algunos ratoncitos”, dice riendo mientras ve como uno se da maña para meterse en un agujero.

“Me levanto a las 6 de la mañana, preparo mi computadora y me voy a escribir al Cafe One, en Amsterdam y la 140; en la biblioteca pública, la de Hamilton Grange, cerca de mi casa o en Starbucks, por supuesto”.

Es muy cuidadosa de no llamar libros a sus creaciones –a ‘Boogaloo’ le siguieron ‘Nite, Nite Sleepy Town’ y ‘Lady, the Smiling Pitbull’ y los considera más como experiencias multimedia. “No he dado la espalda a todos los cambios y revoluciones tecnológicas que ha habido y he seguido bien de cerca el impacto que han tenido en los chicos. La nueva generación es una generación móvil que ya no lee como nosotros, los adultos, hacemos”.

Si bien es ella quien crea y da vida a los personajes, no trabaja sola. La ilustradora de ‘Boogaloo’ es una japonesa con la que siempre mantuvo reuniones por Skype y a la que finalmente conocerá pronto cuando se instale aquí en Nueva York. Una jovencita mitad dominicana, mitad puertorriqueña, Yesenia Ynsante, estuvo a cargo de los dibujos de los otros dos textos. “Ambas son brillantes”, dice orgullosa de haberlas encontrado.

‘Boogaloo’ testeará aguas ante una audiencia de niños neoyorquinos el próximo 9 de septiembre durante el mes del alfabetismo y la promoción de la lectura.

“Va a ser una fiesta y además ese día también es el Día de los Abuelos, que son los contadores de historias por excelencia”, señala Lapacazo quien leerá su propia obra acompañada de un guitarrista, un DJ y una bailarina de flamenco.

“No será una experiencia de lectura tradicional pero ya nada es tradicional y menos en el mundo de la generación móvil”.

Lectura de Boogaloo: 8 &9 de Septiembre. Theatre 80/ 80 Saint Marks Place. Gratis con RSVP: mynewyorkeye@gmail.com.

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