Romney vs Obama

Esta elección no es simplemente entre dos candidatos o dos partidos políticos, sino entre dos caminos fundamentalmente distintos

Cuando el próximo mes obtengamos los datos de 2011 del porcentaje de personas que viven en la pobreza extrema, con rentas que no alcanzan ni la mitad del umbral de pobreza, seguramente volveremos a ver otra subida de esas cifras.

Muchos echarán la culpa a la reforma de la ley de asistencia social que se aprobó en 1996 con apoyo de los dos partidos, que eliminó las garantías federales que habrían podido proteger a millones de familias en una crisis tan grave como la que ahora vivimos.

Sin embargo, la historia tiene otro aspecto, el estado general de la economía. La clase media de Estados Unidos, considerados durante mucho tiempo como el núcleo sólido del país, se ha contraído drásticamente a lo largo de los últimos 10 años y atribuyen directamente el problema a sus legisladores, a los bancos y a las grandes empresas

El estancamiento del mercado laboral es en especial una gran preocupación. Las personas que llevan desempleadas mucho tiempo han abandonado su esperanza de encontrar trabajo, por lo que no son ya consideradas desempleadas por el Estado y peligra su ayuda en prestaciones.

En la economía actual, esas personas no pueden encontrar empleo, debido a la pésima gestión económica de no tener una economía fuerte que sea capaz de generar empleo bien remunerado.

Por desgracia, en la agenda política actual no se vislumbra nada que vaya a permitir esa recuperación del pleno empleo a corto plazo.

“La realidad es que el estallido de la burbuja inmobiliaria creó un enorme vacío de la demanda en la economía. A corto plazo, ese vacío solo puede llenarlo el Gobierno (nos guste o no) con más inversiones públicas para crear empleo y reconstruir la economía. Hasta que consigamos que la economía se recupere y empiece a crear los millones de puestos de trabajo que se necesitan, las cifras de la pobreza seguirán siendo horribles” (Dean Baker,The Huffington Post)

El presidente Barack Obama sostuvo que la política se ha convertido en uno de los mayores obstáculos para el crecimiento económico de Estados Unidos.

Obama ha sido atacado por numerosos políticos republicanos por haber aprobado un paquete de estímulo económico de 787.000 millones de dólares. En 2011 pidió aumentar el límite de endeudamiento del Gobierno, algo a lo que se opusieron los republicanos en el Congreso.

Hace un año presentó al Congreso la Ley para el Empleo en América, con la que pretende ampliar el mercado de trabajo en dos millones de personas, pero esa legislación se encuentra paralizada en el Congreso.

Obama también ha sido atacado por haber propuesto eliminar las bajadas de impuestos que su predecesor en el cargo aprobó para las rentas más altas. En 2001 y 2003, George W. Bush redujo las tasas al 2% de contribuyentes que ingresa más de 250,000 dólares. Obama aceptó prorrogar esas bajadas en 2010, pero se niega a volver a hacerlo cuando expiren, a finales de año

Desde la perspectiva republicana, el país tienen un déficit insostenible que si no se reduce a través de cortes a programas gubernamentales, el sufrimiento será peor.

Los republicanos creen que la deuda es el resultado de gastar demasiado, y entonces la lógica es gastar menos y para ello adoptan medidas de austeridad.

Mitt Romney proclamó en su discurso de aceptación de la nominación republicana en Tampa (Florida) que “América necesita muchos trabajos”. Prometió crear 12 millones de empleos en una economía con un 8.3% de paro. El candidato dice que los requisitos para ello son reducir el gasto público a un 20% del PIB y reducir los impuestos a la renta de las empresas de un máximo del 35% al 25%.

“Las propuestas de Romney se centran en su experiencia en los negocios, avalada por la fortuna que amasó en la empresa financiera Bain Capital. Pero de ello no se desprende de modo directo que sean suficientes para superar la situación de crisis. Por ello, es consistente la nominación del legislador Paul Ryan como vicepresidente en la planilla republicana”, señaló León Bendesky (La Jornada).

El plan de presupuesto de Paul Ryan promueve la reducción a ultranza del déficit fiscal, que incluye severos cortes a programas de asistencia social que tendrían un efecto devastador sobre la mayoría de los hispanos en el país.

“Millones de personas dependen de los programas del gobierno, pero más los latinos porque tenemos menos ingresos”, afirmó Leticia Miranda, del Consejo Nacional de la Raza

Los demócratas definen el momento y el contraste con Romney así en su plataforma: “Esta elección no es simplemente entre dos candidatos o dos partidos políticos, sino entre dos caminos fundamentalmente distintos para nuestro país y nuestras familias”.

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