Los “do” y los “don’t” de la reconciliación
Especialmente si están preparando su boda, las discusiones pueden estar a la orden del día. Pero el momento de la reconciliación es tan importante como hablar de lo sucedido.

La reconciliación en pareja también requiere comunicación. Crédito: AP
Los malos entendidos están a la orden del día antes del matrimonio, mucho por la tensión y otro tanto porque la comunicación no es tan buena como ustedes desearían.
Así que con todo y la buena voluntad que ambos comparten para que todo salga perfecto, los contratiempos se presentan con cierta frecuencia al grado de provocar una airada discusión que los mantiene molestos y lejanos durante algún tiempo hasta que ¡por fin!, en nombre del amor, se da un tierno reencuentro entre los dos.
Y aunque siempre hay que manifestarse a favor de este sentimiento, hay que ser muy justos y analíticos después de un desencuentro porque pueden ser señales de alerta que presagian problemas mayúsculos si no toman las medidas precisas antes de continuar.
No, el consejo no es que se nieguen una nueva oportunidad, sino que observen y no se dejen llevar por ese misterioso placer de la reconciliación. Consideren los siguientes puntos permitidos y aquellos que por ningún motivo deben llevar a cabo para asegurar que todo siga viento en popa.
Los “don’t” de la reconciliación
La boda de mi mejor amigo
Dirige P.J. Hogan
Estados Unidos, 1997
Colaboración de Fundación Teletón México
“El principio de la paciencia empieza con uno mismo”
Bojorge@teleton.org.mx