Detecta el autismo en tu familia oportunamente (fotos)
Conoce algunos signos del autismo que puedes detectar de manera oportuna en tus hijos u otros miembros de tu familia.
El autismo no es fácil de detectar al interior de la familia. Crédito: AP
La mayoría de las mamás sueñan con tener un bebé angelical, que bastara con ponerle frente a sus juguetes favoritos para mantener una conducta intachable de su parte, sin llantos ni berrinches, deseoso de pasar todo el tiempo en sus brazos.
Y aunque hay algunos pequeños que pueden tener esta anhelada característica, no se puede generalizar que la causa de este buen comportamiento sea una sola, por lo que es necesario poner mucha atención en las actitudes del niño desde sus primeros días de nacido, a fin de detectar a tiempo algún padecimiento, como el autismo.
El doctor Fructuoso Ayala Guerrero, jefe del laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que el Trastorno del Espectro Autista (TEA) comúnmente es diagnosticado a partir de los 18 meses de edad e incluso hasta los 3 años, debido a la variabilidad del desarrollo de las capacidades mentales de los niños con esta condición.
“Por ejemplo el aprendizaje, que aunque generalmente se encuentra rezagado, aproximadamente la tercera parte de los niños con autismo presenta un desarrollo normal o aún arriba de lo normal”, señala el especialista.
De acuerdo al especialista existen algunas señales de que el bebé vive con este trastorno, como la dificultad para comunicarse de forma verbal y no verbal, tienen conductas repetitivas y les cuesta trabajo la convivencia con otras personas. Sin embargo aunque son síntomas muy claros, son un factor que retrasa el diagnóstico debido a que durante los primeros meses de vida no interactúan tan claramente con otros, como ocurre ya en una edad avanzada.
En el libro “El autismo en niños y adultos, una guía para la familia”, Editorial Paidós, escrito por Lorna Wing, la autora indica que no es que antes de los 3 años los niños con autismo no hayan presentado síntomas, sino que los padres no las tienen registradas hasta que con la ayuda del médico hacen un recuento y detectan que ya había algunos indicios, como el hecho de que lloren sin parar día y noche, o bien que no lo hagan ni siquiera cuando necesitan que les sea cubierta alguna de sus necesidades vitales como comer o ser aseados.
Lorna Wing comparte en su libro algunos puntos de atención a considerar en el comportamiento del bebé y que pueden ser indicadores de autismo, en una edad muy temprana:
• No les gustan las interferencias, como que les cambien los pañales, los vistan o los laven.
• Cuando se les coge tienden a no dejarse caer cómodamente en los brazos de la madre.
• No se asoman desde el cochecito con curiosidad, ávidos de mirar a las personas y a los animales y las escenas que pasan, ni tratan de llamar la atención de su madre hacia estas cosas señalándolas con el dedo y estableciendo un contacto ocular.
• Pueden sonreír cuando se les hacen cosquillas, se les abraza o se les hace saltar arriba y abajo, pero no al mirar a la cara de alguien.
• Pueden no cooperar repitiendo las acciones de los padres en juegos infantiles como los escondites o dar palmadas.
Cualquier síntoma fuera de lo común que los padres detecten en el comportamiento de su bebé, debe ser comentado con el pediatra durante la visita mensual, ya que puede ser un elemento importante para hacer el diagnóstico de forma oportuna.
El doctor Fructuoso Ayala, agrega que “para una evaluación clínica más detallada, los padres deben recurrir a un grupo de especialistas multidisciplinarios entre los que se incluyen: neurólogos, psiquiatras y neuropsicólogos, así se podrá realizar una valoración de su desarrollo de acuerdo a la edad”.
Si bien es cierto que la parte médica es fundamental en la detección, también lo es que el aspecto afectivo y de cercanía con el bebé juega un papel importante, ya que es a partir de la observación y cuidado en su desarrollo cuando se podrá ver cómo transcurre y si se presenta algún comportamiento inusual que deba ser consultado con el pediatra.
Para saber más
Colaboración de Fundación Teletón México.
“El principio de la paciencia empieza por uno mismo”.
Bojorge@teleton.org.mx
