Cómo evitar que tus niños engorden

Consejos para padres en el mes de la concientización sobre la obesidad en EEUU

Nueva York – Las estadísticas son alarmantes. Los últimos reportes dados a conocer por las autoridades de salud de Estados Unidos aseguran que más de 17% de niños y adolescentes en este país son obesos. Esto representa, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), más 12.5 millones de niñas y niños estadounidenses.

Lo más preocupante es que la prevalencia de obesidad sigue siendo mayor entre los pequeños latinos. Los méxico-americanos, con una tasa de obesidad de un 40.4% y los hispanos en general, con un 39.1%, están entre los grupos con mayor incidencia, después de los afroamericanos (49.5%).

Lo peor del caso es que muchos padres hispanos no conocen -o prestan poca atención- a los riesgos para la salud que la obesidad puede ocasionar en sus hijos a una edad muy temprana: presión arterial alta, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas, por nombrar sólo algunas.

Por esta razón, y al celebrarse en septiembre el Mes Nacional para Concientizar sobre la Obesidad, conversamos con la doctora Andrea Vazzana, profesor asistente del Departamento de Psiquiatría de Niños y Adolescentes de la Universidad de Nueva York (NYU), quien ofrece consejos a los padres latinos de nuestra área, sobre cómo evitar que sus niños engorden.

“Los padres subestiman la cantidad de problemas de salud que la obesidad puede ocasionar y de hecho muchos ni siquiera reconocen que sus hijos tienen sobrepeso”, indica la doctora Vazzana, quien también es psiquiatra del Centro Médico Langone del NYU.

“La obesidad puede tener un componente genético, pero en su mayor parte tiene que ver con el ambiente. Muchos de estos problemas comienzan en la casa, debido a la manera como los padres se comportan o como los niños son criados”, enfatiza.

¿Pero cómo puede un padre evitar que su hijo gane libras de más? La doctora Vazzana ofrece los siguientes consejos prácticos:

Las familias, según sugiere la especialista, deben incrementar el número de comidas que se hacen en casa. “Aunque sea una vez al día que coman juntos, tiene beneficios en el peso y la salud física del niño. Esto no sólo aumenta la unidad familiar, la comunicación y el apoyo, sino que es el momento preciso para modificar los hábitos alimenticios de los menores”.

“El problema es que ahora los padres tienden a ordenar alimentos afuera o comprar comida rápida, que es más conveniente pero que es muy alta en calorías”, añade la doctora.

Los niños deben evitar comer alimentos procesados que contienen mucha grasa y sal. Por el contrario, deben alimentarse con granos enteros, proteínas sin grasa como el pollo o pescado, y más vegetales y frutas.

“Es increíble lo fácil que los padres abandonan sus esfuerzos por darle vegetales a sus hijos. Pero sabemos que si se expone a los niños a ese tipo de comida repetidas veces, en algún momento se acostumbrarán a su sabor y eventualmente la incorporarán en sus dietas”, asegura la experta.

Otro problema que está contribuyendo de manera significativa a la epidemia de obesidad en EE.UU., es la manera cómo los alimentos son empacados y presentados en la actualidad.

“Los alimentos se venden en paquetes súper gigantes que nunca estuvieron disponibles en el pasado. Eso hace una gran diferencia, porque tendemos a ingerir la cantidad de comida que vemos frente a nosotros”, puntualiza la psiquiatra infantil.

“También tenemos que tomar en cuenta el tamaño, y el tipo, de bebidas que le damos a nuestros hijos. Debemos limitar el consumo de sodas. Muchas veces los padres creen que están siendo saludables al servirles jugos, pero éstos también tienen muchas calorías, por lo que recomiendo diluirlos un poco con agua”, sugiere.

Cuando se trata de leche, si es completa, la doctora dice que no deben tomar más de un vaso por día, al menos que se les de leche baja en grasa.

Según explica la doctora Vazzana, hay muchos estudios que demuestran que el estilo de vida de los padres tiene un impacto real en sus niños. Por ello, se recomienda que los padres sean más activos físicamente.

“En los años 60 el 50% de los niños utilizaba su bicicleta o caminaba para ir a la escuela, ahora, sólo lo hace el 15% de los niños”, reflexiona.

La doctora recomienda que los pequeños tengan por lo menos 60 minutos de actividad física exhaustiva por día, y que practiquen deportes como el fútbol, que aumentan su ritmo cardíaco.

Limitar el tiempo que los niños pasan frente a la pantalla del televisor es otra medida altamente recomendada por los expertos. Según el CDC, los menores estadounidenses dedican un promedio de 4.5 horas al día frente a la televisión.

“Para los niños de dos años o menos, la Academia Americana de Pediatría recomienda cero televisión. Para los mayores, se recomienda no más de una hora de televisión por día, esto incluye los videojuegos y la computadora”, informa Vazzana.

Según la psicóloga, aparte de los problemas de salud física, la obesidad también tiene en el cerebro y afecta el rendimiento académico y la concentración en la escuela de niños y adolescentes.

Aunado a estos consejos, los expertos recomiendan a los padres llevar a sus hijos a un pediatra por lo menos una vez al año para que les hagan pruebas de peso y obesidad con regularidad.

Suscribite al boletín de Salud

Recibe gratis las noticias más importantes sobre Salud diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain