‘Dreamer’ pide incorporarse al Colegio de Abogados

César Vargas

César Vargas Crédito: John García / LJ

Nueva York – César Vargas, el inmigrante mexicano que busca convertirse en el primer ‘dreamer’ al que le conceden la licencia de abogado, presentó ayer su solicitud en Brooklyn y ya piensa en planes de futuro.

“Cuando tenga la licencia, quiero abrir mi propio bufete de abogados”, dijo ayer Vargas, poco después de depositar la documentación necesaria. “No quiero quitar trabajos a los que ya tienen la ciudadanía estadounidense, sino todo lo contrario, quiero crearlos para ellos”.

Vargas ha contado en todo momento -durante el proceso- con la ayuda de José Pérez, un abogado de la organización pro derechos hispanos Latino Justice, que le ha asistido para preparar la solicitud.

Pérez es optimista respecto a las posibilidades del ‘dreamer’.

“El estado de Nueva York no tiene como requisito un estatus migratorio determinado, así que no veo por qué no van a aprobar la solicitud de César”, aseguró Pérez. “Él ha superado todos los exámenes, cumple todos los requerimientos y sólo va a ser cuestión de tiempo”.

El letrado manifestó también que hay que ser pacientes porque el proceso de aprobación de la licencia es largo, tiene que pasar aún entrevistas y puede llevar incluso de tres a seis meses.

De momento, Vargas cuenta con el apoyo de la calle.

“Ojalá le dejen cumplir su sueño de ser abogado, porque este país siempre prometía que nos ayudaría a cumplir nuestros sueños a los que venimos de fuera”, dijo Emiliana García, una empleada doméstica que también es mexicana de origen.

Otros, esperan que su caso sirva como ejemplo para futuras generaciones.

“Si vemos como a gente como nosotros les dejan ser lo que quieren ser, nuestros hijos se esforzarán más en la escuela porque verán que pueden ser algo más que meseros, como sus padres”, expresó Judith Pérez, que trabaja en un restaurante venezolano en Manhattan.

Aunque rechacen su solicitud, Vargas promete que no se rendirá.

“Me he pasado la vida luchando desde que mis padres me trajeron a este país cuando tenía cinco años”, puntualizó. “Luché por graduarme en la escuela, luché por acabar la universidad, luché porque se aprobase el Dream Act y seguiré luchando me den o no me den la licencia, porque quiero que mi mamá se sienta orgullosa de mí”.

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