Vitamina C: funciones y beneficios

Vigilar la dosis diaria de este elemento ayudará a tu piel, tus huesos y tu sistema inmune.

La vitamina C es necesaria para que crezcan y se reparen tejidos en el cuerpo.

La vitamina C es necesaria para que crezcan y se reparen tejidos en el cuerpo. Crédito: Wikimedia

La vitamina C es del tipo hidrosoluble, lo cual significa que tu cuerpo no puede almacenarla. Debido a ello, tenemos que obtener la cantidad que necesitamos a través de la comida. Tiene antioxidantes, sustancias que bloquean el daño que los radicales libres le producen a las células.

Esta vitamina es necesaria para que crezcan y se reparen tejidos en todas partes del cuerpo, por tanto ayuda a la curación de heridas, así como a reparar y mantener huesos y dientes.

Participa, además, en la síntesis de colágeno en el organismo, una proteína muy importante para producir vasos sanguíneos, cartílago, piel, ligamentos y tendones. Es por ello que productos de belleza para el cuidado de la piel suelen contener colágeno para ayudar al tejido dérmico a mantenerse hidratado, firme y joven, ya que con la edad disminuye la cantidad de colágeno que el cuerpo produce.

En estos tiempos es poco común tener deficiencia seria de este nutriente, sin embargo las personas que fuman tienen alto riesgo de caer en una deficiencia en caso de consumir una dieta pobre en esta sustancia. La vitamina C puede ayudar a prevenir o mejorar las siguientes condiciones:

  • Enfermedades cardiovasculares
  • Elevada presión sanguínea
  • Catarata ocular
  • Resfrío común o flu
  • Cáncer
  • Infarto cerebral
  • Osteoartritis
  • Gota
  • Preclampsia
  • Asma
  • Degeneración macular debida a la edad
  • Intoxicación por plomo
  • Mejora el funcionamiento del sistema inmune.
  • Es bueno en tratar algunas alergias (asma, rinitis alérgica).
  • Mantiene encías sanas.
  • Reduce daños como quemaduras, dolor y enrojecimiento, causados por exponerse al sol mucho tiempo o sin un cuidado adecuado.
  • Puede disminuir el azúcar en la sangre en personas con diabetes.
  • Alivia la sequedad en la boca causada por efecto secundario de algunos medicamentos antidepresivos.
  • Consumir altas dosis se relaciona con el mejoramiento de algunas enfermedades virales.

Las dosis recomendadas sólo como nutriente, no supera los 120 mg al día, sin embargo para recibir los beneficios de mejoramiento o preventivos de síntomas o enfermedades, las dosis varían entre 400 a 1500 mg al día.

Si bien esta vitamina es eliminada por el organismo, no se deben superar los 2000 mg al día. Se debe consultar al médico por la dosis extra adecuada. Además, es importante dar preferencia al consumo a través de frutas y verduras por sobre tabletas.

Las frutas y verduras que contienen mayor cantidad de esta vitamina por cada 100 gramos de producto, son: ají rojo y verde 242.5 mg, guayabas con 228 mg, pimiento morrón amarillo 184 mg, tomillo 160 mg, perejil 133 mg, col cruda 120 mg, kiwi 93 mg, brócoli 89 mg, papaya 62 mg, naranjas y frutillas 59 mg por cada 100 gramos. Y ahora ¿qué tal disfrutar de una rica ensalada de frutas o verduras de estación?

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