Conservador que cree en reforma migratoria

Ya es demasiado tarde para que surta efecto en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre pero el tema de una reforma migratoria integral poco a poco atrae adeptos tanto en el Partido Demócrata como en el Partido Republicano. Ya era hora de que ocurriera; por el bien de este país.

Hay que dar por sentado que los republicanos han sido los opositores más recalcitrantes a una reforma migratoria en años recientes, y es el grupo que más tiene que cambiar su forma de pensar. Lo increíble, es que esto ya ha comenzado a suceder.

Una de las personas con mayor influencia con el ala conservadora del Partido Republicano, Grover Norquist –si el mismo que ha exigido que los republicanos firmen una promesa de que no van a subir los impuestos– es uno de los que hoy lleva la voz cantante en el tema de inmigración.

Habló en una conferencia de líderes en el medio oeste de Estados Unidos ante un grupo de personas que claman for una reforma al sistema impositivo del país. Norquist habló de eso, que es lo que más sabe, pero también dijo que el país tenía que estar dispuesto a ver crecer el número de inmigrantes.

“Cuando uno está preocupado del futuro económico de este país, para que pueda ser un poder económico mundial y un importante líder de la comunidad internacional, una (de las cosas más importantes es el ver crecer el número de inmigrantes que entran al país”, dijo Norquist. “No sólo es bueno tener más inmigrantes –muchos más de los que tenemos hoy día, sino también debemos buscar la en forma para legalizar a los que ya están aquí. Esto no sólo es una buena idea, sino que además es una política inteligente”.

En una entrevista con ABC/Univisión, Norquist no pudo ser más claro.

“Nosotros hemos encuestado este tema muchas veces”, dijo. “La posición que favorece una reforma migratoria total siempre gana en nuestras encuestas.”

Para estas elecciones ya es demasiado tarde. La mayoría de los estados que tienen una población hispana grande como Colorado, Nevada, Arizona y New México, son estados en los que el voto hispano favorece de calle al Presidente Barack Obama.

En su presentación Norquist tuvo mucho que decir sobre como a los republicanos se les había pasado la mano en este tema, en particular durante las primarias de partidos. No importa, según Norquist, que Romney haya moderado su posición. El daño ya está hecho.

“A mi me sorprendió la forma en la cual tantos candidatos (republicanos) se equivocaron sobre el tema de inmigración y la forma tan destructiva en la que lo hicieron”, dijo Norquist. “Ellos sabían (de sobra) que en la elección nacional esta posición no iba a funcionar”.

Norquist, un conservador de pura cepa no dejó dudas de cual era su posición. Aclaró que no era necesario descuidar la frontera para abogar por una reforma migratoria total.

“Creo que necesitamos una reforma migratoria comprensiva para aquellas personas que llevan muchos años en este país”, dijo. “No me importa el tamaño ni el largo de la cerca en la frontera, siempre y cuando las puertas de entrada sean lo suficientemente grandes”.

Es una pena que Norquist no haya pronunciado su discurso hace unos pocos años cuando los senadores Ted Kennedy (D –Mass.) y John McCain (R –Ariz.) trataron de pasar una importante reforma migratoria en el congreso de los estados Unidos. Quizás Norquist hubiera podido convencer a algunos de los enemigos más recalcitrantes de la propuesta.

Norquist es una de las pocas personas que tiene poder de convencer a los representantes conservadores. Sus credencias como conservador son impecables. Por eso cuando el habla, los conservadores le escucha.

Repito; ya es demasiado tarde para que esto pueda surtir efecto en las próximas elecciones. Pero si esta idea se cultiva con cuidado y se le presenta en una forma correcta a los legisladores conservadores es posible que logre moderar sus posiciones. Ellos, en sus corazones, tienen que saber que la actual ley de inmigración no funciona.

No importa quien gane las elecciones. Los demócratas ya están convencidos y Norquist puede ayudar a moderar la posición de los republicanos.

Después de todo no debemos olvidar que fue Ricard Nixon, un republicano, quien estableció relaciones diplomáticas con China, y que la última reforma migratoria en el país fue aprobada cuando el también republicano y conservador Ronald Reagan era presidente.

Norquist tiene impecables credenciales de conservador. Él puede hacer más por cambiar el punto de vista de sus co-partidistas que ninguna otra persona. Ojala pueda hacerlo pronto.

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