Unos 6,000 siguen en refugios

Nelson Aguilar Quintanilla, salvadoreño, y Héctor Román, puertorriqueño, han pasado tres días en el refugio de Jay Street, en Brooklyn.

Nelson Aguilar Quintanilla, salvadoreño, y Héctor Román, puertorriqueño, han pasado tres días en el refugio de Jay Street, en Brooklyn. Crédito: JUAN MATOSSIAN / EDLP

NUEVA YORK – Tres días después del paso del huracán Sandy, alrededor de 6,000 personas seguía viviendo en los más de 70 refugios habilitados en la ciudad de Nueva York, según informó la oficina del alcalde Michael Bloomberg.

Muchos de estos refugios necesitan -además de voluntarios- ropa nueva, toallas, productos de higiene, entretenimiento (libros o juguetes) y personal con experiencia médica para cubrir especialmente turnos de noche.

El asambleísta Chris Owens pidió ayer que los ciudadanos dispuestos a prestar ayuda se acercaran a los albergues que tuviesen más cercanos, ya que varios tienen las comunicaciones cortadas y no hay teléfono dónde llamar para conocer lo que necesita.

Estos refugios han sido verdaderos salvavidas para latinos sin hogar durante el huracán y después.

Dos de ellos fueron Nelson Aguilar Quintanilla, salvadoreño, y Héctor Román, puertorriqueño, que han pasado tres días en el centro de evacuación situado en Jay Street, en Brooklyn, muy cerca del puente.

Aguilar Quintanilla vivió una odisea el día que aterrizó Sandy, ya que caminó durante más de 13 millas desde la playa de Coney Island hasta el centro.

“Estaba completamente perdido caminando sólo por la noche con un viento que me tiraba”, relató. “Al final encontré gente buena que me indicó cómo llegar a este lugar, pero llegué con mucho miedo y fatigado”.

Román dice que en el centro de evacuación han estado conviviendo con unas 35 personas durante más de 72 horas, y que han estado bien servidos de agua, comida y artículos de primera necesidad.

“Estaba bien bueno y hemos estado mejor aquí de lo que solemos estar las personas sin hogar”, aseguró el puertorriqueño. “Es una pena que la gente y los políticos sólo se acuerden de nosotros cuando pasa algo así”.

Román y Aguilar Quintanilla esperaban en la calle a que un autobús les llevara a otro refugio en la zona de Park Slope, ya que el de Jay Street, ubicado en el centro universitario New York City College of Technology, iba a ser clausurado para que se reanudasen las clases la semana que viene.

Suscribite al boletín de New York

Recibe gratis las noticias más importantes de Nueva York diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain