Romney busca repetir éxito empresarial en Washington

Este es su segundo intento desde 2008 para llegar a la presidencia

Mitt Romney  'vendió' su éxito como organizador de las Olimpiadas de Invierno en Salt Lake City, Utah, entre 1999 y 2000.

Mitt Romney 'vendió' su éxito como organizador de las Olimpiadas de Invierno en Salt Lake City, Utah, entre 1999 y 2000. Crédito: Notimex

WASHINGTON, D. C.— Mitt Romney, que concentra todos sus esfuerzos para convertirse en el primer presidente de la religión Mormona en la historia de Estados Unidos, se presenta en la recta final de la contienda como un candidato centrista y un avezado empresario que desde la Casa Blanca podría estimular la recuperación económica del país.

Romney, de 65 años, fue designado candidato presidencial del Partido Republicano durante su Convención Nacional el pasado 28 de agosto en Tampa, Florida, tras vencer a una decena de rivales en las primarias.

En su segundo intento desde 2008 para llegar a la presidencia Romney, que cultiva una imagen de hombre práctico y luce siempre un corte de pelo impecable, ha aplicado el mismo tesón y disciplina que usó como misionero en Francia hace cuatro décadas.

En cada foro público y en los tres debates con el presidente Barack Obama, a quien quiere desbancar mañana, ha argumentado que sus conquistas empresariales como fundador de Bain Capital lo acreditan como alguien que puede sacar del atolladero a EEUU.

En las últimas semanas, para atraer a los votantes indecisos Romney ha moderado su retórica conservadora en asuntos como la inmigración, los recortes tributarios y los derechos reproductivos de la mujer.

Pero sus detractores lo acusan de ser una “veleta” que cambia de postura por conveniencia subrayando, por ejemplo, su idea de la “autodeportación” de los inmigrantes indocumentados para luego respaldar una reforma que extienda visas a extranjeros que cuenten con educación universitaria y altas destrezas laborales.

Su peor momento fue, quizá, la difusión de un video grabado en mayo pasado en secreto en el que se mofaba del “47%” de los estadounidenses que apoya a Obama cimentando la percepción de que no entiende las dificultades del ciudadano de a pie. Apoyándose en los pilares del conservadurismo, Romney promete reducir la injerencia del Gobierno, recortar impuestos y revocar la reforma sanitaria de 2010 atizando un agrio debate sobre estos temas.

Romney fue misionero mormón en París a finales de la década de 1960, hizo fortuna como fundador y ejecutivo de Bain Capital en 1984, gobernó en Massachusetts entre 2003 y 2007 y su llegada a la Casa Blanca podría servir de colofón a una larga trayectoria de triunfos.

Nacido en Detroit, Michigan, el 12 de marzo de 1947 en el seno de una familia con profundas raíces políticas y religiosas, Willard Mitt Romney se presenta como un hombre de familia y un líder conservador de profunda fe y pragmatismo.

Ganó la gobernación de Massachusetts en parte porque “vendió” su éxito como organizador de las Olimpiadas de Invierno en Salt Lake City, Utah, entre 1999 y 2002.

Como gobernador Romney redujo un déficit de tres mil millones de dólares y promulgó una ley de reforma sanitaria similar a la que puso en marcha Obama en 2010 y que ahora promete revocar.

Colmado de privilegios —se educó en la Universidad Brigham Young (una institución mormona en Utah) y después en Harvard— Romney también ha atravesado adversidades políticas y personales que, según sus allegados, han puesto a prueba su capacidad de responder a las crisis.

Perdió la contienda por el escaño de Massachusetts ante el Senado en 1994 frente al ahora fallecido senador demócrata Ted Kennedy.

También perdió la candidatura presidencial en 2008 frente al senador republicano de Arizona, John McCain.

Sus amigos lo elogian como un hombre pragmático con un agudo olfato para identificar soluciones y buscar consenso —cualidades que le vendrían bien si los votantes lo catapultan a la Casa Blanca—.

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