Al cine vida de gay puertorriqueño

Nueva York – Para Quiñones la vida está lejos de ser tradicional, ya que desde joven sus preferencias sexuales se convirtieron en un motivo de rechazo por parte de sus hermanos.

Es por esa razón que se mudó a San Juan de Puerto Rico con el objetivo de empezar de nuevo.

Hoy en día, abiertamente homosexual, Quiñones se dedica a ayudar a quienes lo rodean mediante la realización de procedimientos cosméticos. Es de esta forma que conocemos a varios de sus amigos, entre ellos “Kelly y Maybelline”, dos prostitutas transexuales quienes le hacen la vida imposible, pero a las que Quiñones continúa ayudando como hijas propias.

Este es el tema del documental titulado “La Aguja” que se estrenará mañana en el Festival de Cine Documental de Nueva York. La cinta que dura 39 minutos es la primera película puertorriqueña que se presenta en el festival y es co-dirigida por Carmen Oquendo y José Correa. Su productor es Felipe Tewes.

En medio de las aventuras que lo rodean, el cortometraje también nos permite entender la profunda soledad que experimenta su protagonista y su intento por encontrar formas de reconectar con su familia de sangre. “Busco el amor de una madre en todos los hijos que atiendo acá”, dice Quiñones.

Y aunque es posible que después de esta cinta sea reconocido, Quiñones asegura que no fue el deseo de fama lo que lo motivó para realizarla, “quiero que todos los homosexuales vean que si yo pude hacerlo ellos también pueden. No se necesitan estar vendiendo en una esquina, pueden estudiar para que nadie tenga que señalarlos con el dedo”, afirma.

La conclusión del documental nos deja con incertidumbre, ya que no muestra si existió reconciliación o no, pero lo que sí queda claro es que para Quiñones, su labor tiene un impacto trascendental en otras vidas. “Tengo clientes con autoestima baja, pero creo que Dios puso en mi mano el don de rejuvenecer a la gente y cuando los arreglo lloran de alegría”, manifiesta con orgullo.

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