La importancia de leer a los niños

Los padres que leen inculcan a sus hijos un valor fundamental: el placer por la lectura.

Un niño lector aprende a cuestionar y entender el mundo.

Un niño lector aprende a cuestionar y entender el mundo. Crédito: Miami Photo Style by Beatriz Pirela

Hoy en día, los niños pasan muchas horas diarias expuestos a la televisión, y a un sinfín de aparatos electrónicos que, lejos de proporcionarles la tranquilidad y el ambiente adecuado para sumergirlos en el placer de leer, los distraen y los convierten en niños pasivos.

Para los padres es todo un reto inculcar estos hábitos, sin embargo entender la importancia de leer a los niños es el primer paso. Muchos padres creen que no deben leerles porque sus hijos no se sentirán motivados por los libros. Pero esto generalmente pasa cuando no han sido expuestos suficientemente a ellos desde pequeños, o incluso cuando ven que a sus padres no les gusta leer tampoco.

La clave para cambiar algo está en entender porqué es tan importante. Leer a los niños fomenta el desarrollo intelectual y lingüístico, aumenta increíblemente la capacidad de discernimiento, amplía el vocabulario y estimula la creatividad.

El niño lector aprende desde pequeño a cuestionar y entender el mundo y lo mejor es que el conocimiento viene de manera gradual, porque cada vez logra profundizar más y más. Los beneficios son invaluables y los adquirimos en gran parte leyendo.

Si como padre eres un buen lector, ya tienes parte del camino ganado: enseñamos con el ejemplo; pero si por el contrario no te gusta, aún puedes inculcarle a tu hijo la lectura mediante los siguientes pasos:

1. Crea el hábito. Usa una hora determinada al día para crear un ambiente de tranquilidad donde los libros sean los protagonistas. Prueba tópicos de acuerdo a sus intereses. Busca material como historietas, cuentos, clásicos de la literatura, cómics o cualquier edición impresa que los ayude a leer. Si en la escuela les mandan de tarea leer libros no te quejes, más bien debes incentivarlos a que lo hagan. Muchos padres con sus comentarios alejan a los niños del placer de leer.

2. Así como censuras Internet o la televisión, lo mismo debes hacer con los libros. Ten cuidado con lo que le leen, proporciónales algo de acuerdo a su edad. No los obligues a leer, haz que lo hagan por placer. ¡Tú los conoces! Consigue alguna historia que capte su atención. Es muy diferente aprender a leer a que les guste leer.

3. No permitas que sea el maestro quien se encargue exclusivamente de la educación de tus hijos, aprender a leer es un proceso que se debe hacer en equipo. Involúcrate. Aunque la lectura comienza formalmente a partir de los seis años, introduce a tus hijos al mundo de las letras desde pequeños.

4. Dale un espacio en tu casa a los libros (no son adornos), que el niño identifique que están allí para usarlos. Para captar su atención puedes hacer juegos con los sonidos o las entonaciones de las palabras, simular roles, utilizar sinónimos o palabras nuevas. Abraza al niño o está junto a él cuando lean, así sentirá tu cariño y asociará la lectura a una situación familiar y de regocijo.

5. Pide a tus hijos que te interpreten lo que leyeron. Te darás cuenta como lo entendieron. Haz paseos a librerías y bibliotecas. Compra menos videojuegos y más libros. Hazle saber a tu hijo lo orgulloso que te sientes de que le guste leer.

Para llegar a ser un buen lector se necesita constancia y profundidad y eso lo hacemos desde pequeños. Dijo Margaret Spellings, exsecretaria de Educación de EEUU y promotora de la Ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás: “La lectura es más que un pasatiempo. En el mundo actual, es una capacidad de supervivencia.”

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