Cabrera y su éxito fulgurante

En 2009, el estelar tercera base se vio involucrado en una pelea con su esposa tras pasar una noche bebiendo, después de un partido al final de la temporada regular en el que su club cedía a los Mellizos de Minnesota la punta de la división Central de la Liga Americana. No le formularon cargos. Ese año bateó .324, con 34 cuadrangulares y 103 empujadas.

Miguel Cabrera batea un inatrapable durante el juego 4 del campeonato de la Liga America contra los Yankees el 18 de octubre.

Miguel Cabrera batea un inatrapable durante el juego 4 del campeonato de la Liga America contra los Yankees el 18 de octubre. Crédito: ap

CARACAS, Venezuela – Miguel Cabrera, que desde muy temprana edad prometía ser el pelotero más completo nacido en Venezuela, sigue demostrando que cazatalentos, técnicos y familiares, no exageraban cuando vaticinaban que sería una estrella en el béisbol de Grandes Ligas.

La excelencia de Cabrera, de 29 años, quedó plasmada con claridad en 2012.

El antesalista de los Tigres de Detroit tuvo un espectacular desempeño que incluyó la conquista de la Triple Corona, el primero que lo logra en 45 años, y es el favorito para ser proclamado hoy como el Jugador Más Valioso de la Liga Americana.

En años recientes, Cabrera ya venía rozando la Triple Corona, que gana el bateador que encabece su liga en promedio, jonrones y remolcadas: en 2008 fue líder de la Americana en cuadrangulares con 37; encabezó con 126 carreras impulsadas la Americana en 2010; y el año pasado fue campeón de bateo con .344.

Pero jugar y ganar campeonatos es lo que más anima al venezolano.

“Mi meta siempre ha sido trabajar duro por el equipo, mejorar cada día más para poder seguir haciendo lo que me gusta, jugar béisbol”, dijo Cabrera, elegido como el mejor jugador del año en una votación entre sus colegas de las mayores.

“Desde que recuerdo jugar el béisbol es mi vida, por eso no me quita el sueño ganar premios; si lo gano son bienvenidos, pero en lo primero que pienso es que es una responsabilidad, los valoro como un bonito recuerdo para compartir con mi familia, con los nietos cuando esté viejito y por la alegría que trae a todos los venezolanos”, agregó.

A diferencia de la mayoría de los países sudamericanos, en Venezuela el béisbol y no el fútbol es el deporte número uno.

Cabrera es un vivo ejemplo del desarrollo de los peloteros desde la cuna. En 1999, el corpulento toletero se erigió a los 16 años como el prospecto criollo más caro en la historia de las mayores al firmar con los Marlins de Florida por $1.8 millones.

Entre los jugadores venezolanos más influyentes en la carrera de Cabrera, de los 287 que habían vestido un uniforme de Grandes Ligas hasta la temporada pasada, ha sido David Concepción, otrora estelar campocorto de los Rojos de Cincinnati, con los que ganó la Serie Mundial de 1975 y 76.

La hazaña de la Triple Corona es una evidencia de la capacidad de superación de Cabrera.

“Miguel es uno de los mejores bateadores de todos los tiempos, de eso no tengo duda. Sólo sacar la bola en ese estadio (el Comerica Park de Detroit) no es nada fácil. Hay que darle bien duro a la bola para sacarla por el centro o el left field (el jardín izquierdo)”, dijo Antonio “Tony” Armas, que entre 1976 y 1989 jugó en las mayores.

Entre sus peores momentos destacan dos amargos episodios fuera del terreno de juego, que lo obligaron a poner orden a su vida personal, tanto para luchar contra el exceso de peso y el problema de consumo de alcohol.

En febrero del 2011, fue detenido bajo sospecha de conducir en estado de ebriedad en Florida.

Según el informe policial, Cabrera fue encontrado varado en una carretera y antes de ser esposado, insultó a los policías que trataron de hacer que subiera a una patrulla.

Un agente golpeó al beisbolista en el muslo izquierdo varias veces con su rodilla después que Cabrera lo empujó, haciendo que Cabrera cayera sobre la patrulla. El jugador se negó a someterse a una prueba de alcoholemia.

Cabrera venía de una de sus mejores temporadas, la tercera con Detroit. En el 2010, bateó .328 con 38 jonrones y 126 impulsadas y terminó segundo detrás de Josh Hamilton en la votación para el Jugador Más Valioso de la Americana.

Cabrera debutó en las mayores en 2003 con los Marlins, y en 2008 firmó con Detroit un contrato por ocho años y $152.3 millones.

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