Los “Juanes” llevaron su alegría a Brooklyn (Fotos)

Juanes y Juan Luis Guerra unieron sus voces en un concierto en beneficio de las víctimas de Sandy

Antes del concierto Juanes y Juan Luis Guerra entregaron un cheque por $150,000 a la Cruz Roja Americana, para ayudar a los afectados por Sandy.

Antes del concierto Juanes y Juan Luis Guerra entregaron un cheque por $150,000 a la Cruz Roja Americana, para ayudar a los afectados por Sandy. Crédito: Carolina Pinto / EDLP

Fue una noche en la que en medio de la intensa energía proveniente del público y los artistas, también reinó ese sentido de solidaridad que se manifestó en la generosa donación que los cantautores hicieron a las víctimas de Sandy.

El evento empezó con una emotiva rueda de prensa en la cual los músicos le entregaron un cheque por $150,000 a la Cruz Roja Americana. Mientras que esto pasaba tras bambalinas, los fanáticos afuera esperaban con ansia el inicio del concierto.

Caminando entre los pasillos del nuevo Barclays Center fueron muchas las caras hermosas que nos encontramos, Entre Ellas Lily, Elizabeth, Andrea, Carolina y Emily.

Una vez iniciado el show se dieron sorpresas tempranas como la interpretación del clásico de Bob Marley titulado “Could You be Loved” por Juanes. Por supuesto, la famosa Camisa Negra no pudo faltar e hizo parar de su silla a más de uno.

El fallecido Joe Arroyo también fue recordado por el colombiano en dos ocasiones cuando interpretó dos de sus temas más representativos “La Rebelión” y “La Noche”.

Juanes y Juan Luis Guerra unieron sus voces en un par de ocasiones durante el espectáculo y una de ellas fue para cantar “Odio por Amor”.

El dominicano por su parte interpretó varios de sus sencillos más conocidos como “La Bilirrubina”, “Ojalá que Llueva Café”, “El Niágara en bicicleta” y “Visa para un Sueño”.

En general fue una noche de fiesta y baile en la que para muchos de los asistentes quedó faltando tiempo para deleitarse con las composiciones de estos maestros de la canción.

Aun cuando se habían apagado las luces y los instrumentos se empezaron a desmontar, había fanáticos que sin resignarse continuaban gritando el muy popular “otra, otra”.

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