En peor situación las que no tienen documentos

No sorprende saber que las más vulnerables y cobran menos son las trabajadoras sin documentos, que según el sondeo. Ellas son al menos una tercera parte del grupo aunque ese número puede ser una subestimación. Se sabe que al menos la mitad son extranjeras y que la mayoría de las trabajadoras domésticas son latinas, afroamericanas y asiáticas.

El sondeo verificó lo que popularmente se sabe, que las trabajadoras indocumentadas tienen una posición más precaria: 95% reportó que al experimentar problemas con paga o trato en su trabajo temieron quejarse por su estatus legal.

Pero además, su estado legal les lleva a pagar un precio, literalmente hablando, en salarios más bajos que sus colegas ciudadanas: el salario promedio de las indocumentadas es de 9.86 dólares por hora mientras el de una ciudadana es de 12.51 dólares por hora. Las niñeras latinas son las peor pagadas y las indocumentadas conforman la mayoría de este grupo: 8.31 dólares la hora.

Los bajos salarios también vienen acompañados de otras irregularidades: no recibir paga por horas trabajadas. Elena es una niñera que vino a Estados Unidos con una visa de trabajo y durante dos años trabajó bien con sus patrones, hasta que al tercer año empezó a tener problemas cobrando su salario.

“La patrona me dijo que me pagaría y seguí trabajando. A veces me pagaba con cheques, pero rebotaban. Al tiempo llegó a deberme 7,000 dólares, pero pensé que tenía que seguir trabajando o no tendría derecho al dinero que me debía”, dijo Elena, una niñera en Miami.

Un 10% de las encuestadas reportó al menos una instancia de no recibir paga por trabajo realizado y 23% reportó pagos retrasados, un serio problema para estas empleadas de bajo salario a la hora de cumplir con sus propias responsabilidades familiares.

La informalidad propia de este ambiente laboral contrasta con la creciente necesidad de este tipo de trabajo que vivirá la sociedad estadounidense en los próximos años: “Se estima que la necesidad de este tipo de servicio aumentará con el envejecimiento de la población de los Estados Unidos. Para 2050, unos 27 millones de personas necesitarán este tipo de ayuda para sostener su vida cotidiana”, según la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas.

Diversos grupos del país no sólo organizan y reúnen a las trabajadoras domésticas, cuyo problema principal es que viven aisladas de otras como ellas y sin grupo para hacer presión, sino que trabajan a diversos niveles para obtener mayores protecciones.

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