La histeria sobre el “precipicio fiscal”

Según dicen, el ‘fiscal cliff’ o precipio fiscal significa que el país está al borde de un despeñadero y que a menos que el Congreso de Estados Unidos tome acción, en enero de 2013 todos enfrentaremos aumentos en nuestros impuestos y una difícil situación económica.

Pero ¿Qué hay de cierto en este fatídico panorama que nos pintan?

En el 2001 y 2003 el Congreso aprobó unos recortes tributarios propuestos por George W. Bush, los cuales expirarían a fines del 2010.

Pero después de un acuerdo pactado por el presidente Barack Obama y los republicanos, el Congreso extendió dichos recortes por dos años más. Después de la reelección de Obama, todo Washington volvió a ponerse las pilas con lo del precipicio fiscal, ya que el 31 de diciembre expiran los recortes.

Los expertos afirman que si el gobierno no hace nada, la situación afectará a la persona más pobre que recibe ayuda del Gobierno federal, a los que no llegan a ser clase media, a la clase media, y a los más ricos.

Por ejemplo, el Tax Policy Center estima que aquellos contribuyentes, que se considera que tienen ingresos medios, tendrán que pagar un promedio de $1,984 anuales en impuestos federales o más de $38 a la semana.

Asimismo, como expirará el recorte al impuesto sobre la planilla (Seguro Social), se volverá a un impuesto del 6.2% en vez del 4.2% que pagamos ahora. Alguien que gana un promedio de $50,000 al año, verá que su cheque de pago se reduce en $1,000 anuales o $19.23 por semana.

Los solteros que ganan hasta $36,150 tendrán que volver a pagar un impuesto del 15% por sobre sus ingresos; mientras que los que ganan hasta $87,550, pagarán un 28%, explican los expertos.

Y eso llamado ‘Earned income credit’ se eliminará, afectando sobre todo a los considerados clase pobre trabajadora.

Sin embargo, en un artículo publicado en The Guardian, Dean Baker, co-director del Centre for Economic and Policy Research, explica que si el presidente Obama impulsa una campaña para mantener los recortes tributarios de la era Bush para el 98% de los hogares, lo que hará es pedirle al Congreso que baje los impuestos al 98% de las personas, no que los aumente para el 2% y es muy difícil que los republicanos quieran oponerse a esto.

Los halcones que promueven el terror al precipicio fiscal, según Baker, no quieren que suban los impuestos a los ricos; pero también ven aquí una excelente oportunidad para cortar la Seguridad Social y Medicare; por eso están haciendo todo lo posible por convencer a la gente de que habrá un desastre económico si no se llega a un acuerdo antes del 1 de enero.

Lo que Baker cuestiona es si Estados Unidos permitirá que estos halcones asusten al país tanto como para pactar un acuerdo que no se tomaría bajo circunstancias normales.

Tendremos la respuesta a esta pregunta en aproximadamente cinco semanas.

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