Se extiende la huelga en los puertos

El paro de labores podría paralizar las terminales de LA y Long Beach

El conflicto entre operadores de terminales y empleados de oficina escaló inesperadamente la tarde del miércoles al extenderse las protestas a la mayoría de las terminales en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, algo que empuja la amenaza de cancelar sus actividades por completo.

Las movilizaciones, que iniciaron el pasado martes en la terminal 400, la más grande del puerto de Los Ángeles, ignoraron la orden de un árbitro de regresar a sus puestos de trabajo lo antes posible.

La inconformidad del Local 63 de la Unidad de Personal de Oficina (OCU) del Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenistas (ILWU) aumentó ayer porque otra vez no alcanzó un acuerdo contractual con la Asociación de Empleadores de los puertos de Los Ángeles y Long Beach (HEA).

Al menos tres congresistas se unieron al jaloneo brindando su apoyo a la unión. Al cierre de esta edición el pronóstico era la continuación del paro hoy jueves.

“Si la OCU continúa con su huelga, los efectos negativos sobre el empleo y la economía se harán sentir en todo el país”, advertían ayer representantes de HEA en un comunicado.

“El impacto dependerá de qué tan largo sea esto”, comentó Art Wong, vocero del puerto de Long Beach, donde ayer no operaron tres de seis terminales marítimas.

El vocero del Puerto de Los Angeles, Phillip Sanfield dijo a la agencia AP que la acción no ha paralizado las actividades. “De ninguna manera se ha detenido el puerto. Tenemos otras ocho terminales de contenedores funcionando con normalidad”.

El puerto no está operando al máximo de su capacidad debido a que los embarques de artículos navideños llegaron a su destino hace varias semanas.

Funcionarios del puerto de Long Beach dijeron el miércoles que la acción sindical había paralizado tres de las seis terminales de contenedores.

Entre ambos puertos manejaron 273,000 millones de dólares en 2011. La única ventaja es que ya se trasladó a los almacenes la mayor parte de la mercancía que se venderá en esta temporada navideña.

En 2002, por diez días, trabajadores bloquearon varios puertos de la Costa Oeste del país, provocando pérdidas calculadas en 15,000 millones de dólares.

Ayer se llegó al punto más tenso luego de más de dos años de negociaciones contractuales.

El pasado martes, unos 70 trabajadores de la ILWU se declararon en huelga y realizaron paros intermitentes afuera de las terminales APM, porque la empresa habría enviado los trabajos mejor remunerados fuera del estado de California, incluso a Costa Rica, India y Taiwán.

Esto ha derivado, reclama el grupo gremial, en la pérdida de 51 plazas de trabajo en los últimos cinco años, que no fueron llenadas tras la salida, el fallecimiento o la jubilación de estos empleados.

Dirigentes sindicales indicaron que han estado tratando de negociar los contratos laborales para empleados de oficina con 14 empleadores en los puertos de Los Ángeles y Long Beach.

Un árbitro dictaminó la noche del martes que el sindicato estaba negociando de mala fe con la HEA y que la huelga no era válida. No obstante ha sido ignorada en espera de que otro árbitro dé su veredicto esta semana.

Los empleados de ILWU organizaron paros intermitentes en 2010 y 2011, los cuales concluyeron luego que árbitros decidieron que estas acciones no eran apropiadas.

“La conducta de la OCU pone de manifiesto una voluntad irresponsable que pone en peligro las actividades portuarias y miles de puestos de trabajo en el área de Los Ángeles, en un esfuerzo por presionar a los empleadores para que acepten sus demandas poco razonables”, dijo HEA.

A nombre del sindicato ILWU, las congresistas Janice Hahn, Judy Chu y Grace Napolitano defendieron las peticiones de los trabajadores administrativos de los puertos.

“Debemos evitar que estos trabajos sean enviados al extranjero, al tiempo que garantiza un trato justo de los que han ayudado a la economía del país a través de un arduo trabajo”, señaló Napolitano.

La legisladora Chu, por su parte, pidió una solución rápida al conflicto para que “el puerto pueda seguir funcionando como una arteria vital para nuestra región y para el país”.

Mientras tanto las senadoras Barbara Boxer y Dianne Feinstein emitieron una declaración conjunta llamado a las partes en conflicto a alcanzar un acuerdo.

“Urgimos a ambas partes a resolver esta disputa de manera que podamos proteger la economa de la region de Los Angeles, de la costa oeste y de la nación que se va a ver afectada de manera adversa por el cierre de estos puertos”.

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