Evita que te roben la bicicleta

En el barrio de la Misión, en San Francisco, este delito se ha convertido en el pan de cada día

SAN FRANCISCO.— Mientras el sol desciende, Seo Parra, estudiante de biología en la Universidad Estatal de San Francisco, sale de las compras entre la veinte y la Valencia para darse cuenta que su unidad de transporte vital, su bicicleta Miyata 1000, ha sido robada. No es sino dos años después que, buscando piezas “de época” en la web para armar su vehículo nuevo, encuentra un asiento idéntico al suyo, y da con el ladrón de su bici.

Seo declara: “Cuando me encontré con el vendedor sospechoso, me di cuenta que había desarmado mi bici y la estaba vendiendo por partes. Por más que traté de inculparlo, no quiso revelarme el origen del asiento o el cuerpo de la bici desmontado… Me puse verde del coraje”.

La mala noticia: resulta muy difícil para Seo comprobar quién hurtó su Miyata 1000; y no sólo es complicado para él encontrar a los ladrones sino para la mayoría de las personas cuya bici ha sido robada.

Si bien la cultura del ciclismo crece a pasos agigantados, el castigo para muchos de los ladrones permanece intacto.

“A ellos les sale el negocio en primera porque pueden vender la unidad por piezas; en segunda, porque la posibilidad de ser vistos in fraganti es exigua. Los cables de acero con que están compuestos muchos candados se derriban fácilmente y en tiempo récord, explica Seo”.

Por lo tanto, comprobar la culpabilidad del responsable puede volverse extraordinariamente difícil y desgastante.

El oficial Carlos Manfredi, del Departamento de Policía de San Francisco, habló con El Mensajero acerca de la manera de operar de los delincuentes.

“El mayor porcentaje de robos ocurre en el distrito de la Mission. Las personas van a restaurantes, acceden a los inmuebles… es entonces cuando se roban las bicis, no importa que sea de día o de noche”. También añade, “comparado con otros distritos, la Mission es el distrito donde más se roban las bicicletas [en San Francisco] porque es donde más bicis estacionadas hay: sencillo”, explicó.

Si se acude a la página web del Departamento de Policía de San Francisco (sf-police.org), bajo la sección de mapeo criminal, se pueden observar los distintos tipos de delitos/crímenes cometidos, y en qué zonas se presentan con mayor frecuencia. Si no estás seguro sobre dónde NO estacionar tu bicicleta, puedes auxiliarte con este recurso electrónico.

1.- Usa el candado correcto. Los candados de combinación y cable de acero son un blanco fácil para los ladrones. Elige un candado pequeño en “U” de marcas como Kryptonite u On-guard Bulldog. Los candados más largos los truenan por dentro.

2.- No dejes la bici aparcada por mucho tiempo ni en lugares solitarios. Si planeas salir de fiesta, es mejor dejar la bici por donde transiten peatones, o bien, dejarla en casa.

3.- De ser posible, guárdala en el garaje en vez del patio trasero.

4.- En adición al candado en “U” sobre el cuadro, protege ambas ruedas, sillín, y remueve accesorios como la luz de noche obligatoria. Ver a tu bici tan protegida, desalienta a cualquiera.

5.- Finalmente, registra tu vehículo en sitios electrónicos como: nationalbikeregistry.com. De igual forma, apunta el número de serie original de tu bici. En caso de robo, estos números le facilitan el trabajo a la policía e incrementan las posibilidades de que recuperes tu bicicleta.

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