Las multivitaminas están en tu propia dieta

Las farmacéuticas nos ofrecen opciones que no son necesarias si nos alimentamos bien.

Las vitaminas no son necesarias si eres una persona saludable.

Las vitaminas no son necesarias si eres una persona saludable. Crédito: Shutterstock

Cuando se trata de mantener la salud, de prevenir enfermedades y el envejecimiento, siempre salen a relucir las multivitaminas, sin embargo, si te pones a pensar, las vitaminas son sustancias químicas presentes en el organismo y en todos los alimentos que consumimos.

En aquellos medios donde la carencia económica o las condiciones naturales hacen que la comida sea escasa, difícil de conseguir y poco variada, el ser humano no puede tener una dieta balanceada que le suponga una ingesta normal de vitaminas.

Sin embargo, la verdad es que si comes bien y eres una persona sin problemas de salud que eviten una buena absorción de estas sustancias, tú ya consumes las vitaminas que tu cuerpo requiere para su funcionamiento sin necesidad de agregar anda más.

¿Por qué vitaminas?

Las mujeres embarazadas, los niños y las personas enfermas o de la tercera edad requieren un suplemento multivitamínico como refuerzo para el crecimiento, el desarrollo fetal normal o como soporte químico si hay algún impedimento en su salud que evite su absorción normal.

La industria farmacéutica moderna ha encontrado en este rubro una veta de enriquecimiento ilimitado que se generó cuando se le adjudicaron poderes a estas sustancias que no están comprobados científicamente. Las campañas publicitarias de las compañías que las producen están basadas en mitos.

El razonamiento que se maneja es que a mayor consumo de vitaminas y minerales, mejor salud, más juventud y menos enfermedades, pero eso no es verdad y puede llegar a ser contraproducente.

¿Las necesitas?

Antes de lanzarte a consumir cuantas multivitaminas y multiminerales haya en el mercado, encareciendo tu presupuesto sin necesidad, haz una revisión de tu dieta y de la cantidad de proteínas, vegetales, frutas, semillas, aceites, carbohidratos y cereales que necesitas para mantener un consumo apropiado de estas sustancias de acuerdo a tu estilo de vida.

No olvides hacer un balance entre lo que comes y lo que gastas. Vas a encontrar que muchos de los alimentos de tu canasta familiar tienen refuerzos de algunas vitaminas y minerales, sobre todo aquellos para dietas y para niños. Si tienes dudas sobre si tú o tu familia requieren de un suplemento vitamínico, lo mejor es preguntar a tu doctor, lo mismo si quieres hacer alguna dieta, porque éstas producen un desbalance en el consumo de nutrientes.

Toma en cuenta al escoger los alimentos que no sean refinados ni llenos de conservantes, y en el caso de las carnes que no provengan de animales tratados con hormonas, pues todo ello altera las características y pureza de las vitaminas y minerales.

Considera la calidad y lee las etiquetas y, si te es posible, consume productos orgánicos o de tu propia huerta sin pesticidas y en los cuales se hayan usado abonos naturales. Si padeces de alguna enfermedad nunca recurras a las multivitaminas sin antes hablar con tu médico.

Busca en Internet los estudios serios que se hayan realizado respecto a estas sustancias y su supuesto aporte a la curación de enfermedades como la diabetes, el Alzheimer, el cáncer, las enfermedades virales, etc. No pongas en riesgo tu salud y no caigas en el triste mundo de la explotación de tu credibilidad en aras del lucro de otros.

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