¡Un adiós de campeón!

Miles de aficionados, familiares, amigos y directivos tuzos despiden a Miguel Calero, ídolo del Pachuca

PACHUCA, México.— Entre cánticos, porras y aplausos se ofició ayer una misa de cuerpo presente en la cancha del Estadio Hidalgo, donde miles de aficionados, amigos, directivos del Club Pachuca y familiares, rindieron homenaje al arquero Miguel Calero, quien falleció a los 41 años de edad.

A su llegada al inmueble, los aficionados recibieron un paliacate en recuerdo al que utilizó por años amarrado a su cabeza el “Cóndor”.

Algunas personas portaban retratos, otros vestían playeras con la foto o el número del guardameta, y muchos más llegaron con flores.

En Pachuca reside actualmente la esposa de Calero y sus hijos, en tanto que el resto de su familia hizo el viaje desde Colombia para asistir a sus honras fúnebres.

En las pantallas del estadio se proyectó un video con los mejores momentos del exguardameta, y de viva voz la frase inolvidable que pronunció Calero el pasado 22 de octubre de 2011, cuando se retiró.

“Si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería a hue.. los colores del Pachuca. Todo lo poco o nada que hice siempre lo hice pensando en Pachuca, me alejo del futbol activo pensando en lo que hice y no en lo que dejé de hacer, me voy feliz porque estoy sano y porque construi una gran familia, y esa gran familia son todos ustedes”, señaló quien entonces portaba el número “1” en su sudadera, el que la organización del Pachuca había retirado por cinco años y el que anunció también que no volverá a verse nunca más en la numeración del equipo.

A la 1:42 p.m., el ataúd del “Cóndor” ingresó por la puerta principal del túnel del Hidalgo cargado por la plantilla del Pachuca, cuya tristeza por la partida del compañero era notoria, dio una vuelta a la cancha del estadio, y después fue colocado exactamente en el centro.

La respuesta de los más de 10 mil aficionados presentes fue inmediata, y el inmueble retumbó por la gran ovación que le brindaron al máximo ídolo de los Tuzos.

“No me queda mas que agradecerles de todo corazón, en nombre de mi familia y del mío propio, por haber aceptado a Miguel como Tuzo, agradecerle a Pachuca por aceptarlo como su hijo, y al plantel a los directivos por hacerlo de su familia”, dijo Milton, hermano del arquero.

“Quisiera haber estado aquí en otras circunstancias, celebrando un título, pero vengo a enterrarlo. Pero él lo quiso así, Dios lo quiso así, y contra Dios nadie se puede poner de frente. Miguel se fue tranquilo, estoy seguro que si volviera a nacer, sería Tuzo”, añadió.

Desde antes de que llegara Calero, los miles de aficionados que acudieron al Hidalgo ya se habían entregado por completo al exfutbolista colombiano.

“No se va, no se va, Calero no se va”, “Gracias, gracias Calero, esta banda no te olvidará”, “Venga Calero, venga Calero”, se escuchaba como si se viviera un partido de futbol, al igual como le gritaban cada vez que el colombiano defendía la meta de los albiuazules.

“Miren, miren qué locura, miren qué emoción, ya llegó Miguel Calero, llegó a Pachuca para ser campeón”, continuaban cantando los seguidores de los Tuzos.

Al fin, como triunfador, lo hicieron sus compañeros dar la vuelta olímpica, la de los campeones, porque en la cancha estaban los trofeos que ganó a lo largo de 13 años con los Tuzos: los de la Liga mexicana (Invierno 2001, Apertura 2003, Clausura 2006, y Clausura 2007); las cuatro Copas de Campeones de la Concacaf (2002, 2007, 2008 y 2010); la Copa Sudamericana (2006), y la Superliga (2007).

Los aplausos de los aficionados presentes en el estadio se desgranaron desde la tribuna, al tiempo que sus familiares se redimían del dolor al sentir la solidaridad del público para su ser querido, lo que a cada instante enalteció el legado del “Cóndor”.

Así fue transcurriendo el último adiós a Miguel Calero, quien fue cremado después de la misa masiva de cuerpo presente en el Hidalgo.

“Miguel, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si alguna vez yo te he dejado de alentar”… “Miguel, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si alguna vez yo te he dejado de alentar”, cantaba la porra una y otra vez.

Suscribite al boletín de Deportes

Recibe gratis el boletín de deportes que un verdadero fan no se puede perder

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain