Exfutbolista lucha para evitar deportación

Charlotte — Una familia en Carolina del Norte lucha por detener la deportación del uruguayo Miguel Ángel Tzitzios, exestrella del fútbol ecuatoriano, detenido por una infracción menor de tránsito.

En una vivienda al sur de Charlotte, Cristina Tzitzios, hija mayor del hispano, trata de contener las lágrimas cuando habla de su padre y la falta que le hace a su pequeño hijo, Sebastián, de 1 año.

La vida de esta madre de 21 años, que acaba de ser aprobada para la acción diferida, cambió el pasado 21 de octubre cuando a su progenitor, quien se dirigía a su trabajo en horas de la mañana, fue detenido por un oficial de la ciudad de Pineville por las placas vencidas de su carro.

“Fue una injusticia”, apuntó la joven. “Mi padre mostró su licencia vencida y su pasaporte válido, pero consideraron que era falso porque estaba escrito a mano”, explicó.

Al inmigrante lo trasladaron a la cárcel del condado Mecklenburg, donde fue sometido al programa 287g, que determinó su situación irregular en el país, y días después fue enviado al Centro de Detención Norte de Georgia, del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

“Pasamos un Día de Acción de Gracias muy triste, mi padre en la cárcel. Hay días que quiere irse y otros seguir luchando, sobre todo por mi Sebastián, que prácticamente lo crió”, apuntó.

La joven “soñadora” ha movido “cielo y tierra” para intentar cancelar la deportación de su padre.

Recibió apoyo del grupo NC Dream Team, que desde el pasado 26 de noviembre tiene en su página de internet información del caso de este uruguayo y coordina una campaña de llamadas telefónicas a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para pedir la liberación del hombre.

Según Viridiana Martínez, fundadora del grupo, la situación de Tzitzios es el claro ejemplo de un caso de “baja prioridad” para ICE, bajo los estándares del memorando emitido por el director de la entidad, John Morton, el pasado mes de junio.

Miguel Ángel Tzitzios se mudó a Charlotte hace 13 años y, aunque es uruguayo, emigró desde Ecuador, donde fue un estrella del fútbol en la década de 1980 y 1990.

Jugó profesionalmente en el Delfín, del puerto tropical de Manta; el Deportivo Cuenca, de la ciudad andina del mismo nombre; el Aucas, de Quito, y también en el Green Cross, equipos en los que se destacó como goleador.

Cristina junto a su hermana, Alejandra, de 18 años, cuentan que también su padre militó en algunos equipos de fútbol de Uruguay e, incluso, de Alemania.

“Era muy conocido. Tengo muchos artículos del periódico donde resaltan su participación. Hay gente desde Ecuador, Florida y otros estados ayudándonos en la campaña para evitar que lo deporten”, apuntó Cristina.

El uruguayo llegó a EE.UU. con una visa “waiver”, o exención de visado, que permite un estadía legal solamente de 90 días.

El pasado 30 de diciembre, los abogados de inmigración que representan al hispano solicitaron a ICE la suspensión de la deportación en base a que el uruguayo tiene dos hijos residentes legales, un nieto estadounidense, y es el sustento de su familia.

“Hemos recibido mucho apoyo de la comunidad en las vigilias y conferencias de prensa realizadas para dar a conocer su caso. Estamos muy esperanzadas en que todo resulte bien. Papá está muy orgulloso de nosotras”, apuntó la joven madre.

Vincent Picard, portavoz de ICE, afirmó que la agencia había recibido la solicitud de suspensión de la deportación de Tzitzios y que estaban revisándola.

“Dicha aplicación es considerada caso por caso y su aceptación depende de varios factores. Entre estos incluyen el historial criminal, hijos ciudadanos estadounidenses, y las relaciones que tiene el individuo con la comunidad”, afirmó el portavoz.

Picard sostuvo que ICE tomará una decisión muy pronto sobre la situación del uruguayo.

“Esperemos que papá pase la Navidad con nosotros y suceda un milagro. Se lo merece, no ha hecho nada malo, y todo fue una confusión”, concluyó Cristina.