Arquidiócesis de NY niega último deseo de activista Carmen Villegas

“Nuestras condolencias... pero lamentamos informar que no vamos a poder abrir la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles”, dijo el portavoz Zwilling

La Arquidiócesis de Nueva York decidió no concederle el deseo de volver a entrar a la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, en East Harlem, a la activista Carmen Villegas, por cuya apertura permanente ella luchó desde que el recinto religioso fue cerrado en 2007 hasta su muerte ocurrida el miércoles pasado, víctima de cáncer.

Joseph Zwilling, portavoz de la Arquidiócesis, dijo que hasta la mañana de hoy “no hemos recibido la solicitud de la familia de usar la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles para los funerales de Villegas, pero aparte de eso, dicha iglesia ha estado cerrada por más de cinco años”.

“Nuestras condolencias a la familia y amigos de Villegas, pero lamentamos informar que no vamos a poder abrir la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles”, dijo Zwilling. “Entendemos que ella va a tener un oficio para su funeral en otra iglesia, y oraremos por el descanso de su alma”, agregó.

Los restos de la activista puertorriqueña serán honrados hoy lunes con una misa de cuerpo presente en la iglesia St. Catherine of Genoa, y luego con una procesión por El Barrio que culminará a las puertas del templo por cuya apertura ella luchó durante los últimos años de su vida y que se esperaba abriera sus puertas temporalmente para este último adiós.

El juez Eduardo Padrón y los familiares de Villegas enviaron el viernes una carta al cardenal Timothy Dolan para solicitar que se dejara entrar el féretro y a un pequeño grupo de quienes la acompañaron en su lucha por salvar esta parroquia.

Nuestra Señora de los Ángeles fue cerrada en 2007 por la Arquidiócesis de Nueva York, a pesar de las protestas de la comunidad de El Barrio que lideró la activista.

Desde ese momento y hasta hoy, sus feligreses se reúnen a sus puertas para orar cada domingo, un ritual que la propia Villegas inspiró y realizó hasta su muerte. Las monjas del convento anexo aún utilizan el recinto.

“Sería un milagro que pudiéramos lograr que ella volviera a estar en la iglesia por la que tantas lágrimas derramó”, dijo su hermana María Inés Satterfield. “No queremos misa ni nada, sólo que la dejen entrar, hacer una breve oración con sus compañeras y de allí partir al aeropuerto para enterrarla en Puerto Rico”.

Carmen Villegas, de 58 años, fue una de las mayores defensoras de la comunidad latina de El Barrio, que especialmente luchó por mejorar los servicios de salud para los menos favorecidos y generar oportunidades para los jóvenes.

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