Piden retirar cargos contra Hernández

Hispano es acusado por la muerte del niño Etan Patz desaparecido en 1979

Pedro Hernández, de 51 años, junto a su abogado Harvey Fishbein, durante una anterior comparecencia en la Corte Criminal de Manhattan.

Pedro Hernández, de 51 años, junto a su abogado Harvey Fishbein, durante una anterior comparecencia en la Corte Criminal de Manhattan. Crédito: AP

MANHATTAN — El hombre acusado del asesinato del niño Etan Patz se declaró ayer inocente con voz clara, alta y firme en la presentación formal de cargos en la corte de Manhattan.

Pedro Hernández, 51 años, está acusado —en base a sus propias confesiones— de atraer a Patz, 6, el 25 de mayo de 1979 prometiéndole una soda para posteriormente estrangularlo, poner su cuerpo en una bolsa de basura que tiró a un bloque del lugar. Era la primera vez que la familia había permitido al niño ir solo a tomar el autobús escolar.

Las fotos de Patz sonriente —captadas por la lente de su padre, Stan Patz, un fotógrafo profesional— conmovieron a la población y su búsqueda se convirtió en un movimiento nacional. El 25 de mayo fue declarado “Día de los Niños Perdidos” y la foto de Patz se imprimió en las botellas de leche para ayudar en su búsqueda.

El abogado de Hernández, Harvey Fishbein, que ha descartado la defensa por locura, solicitó ayer la minuta del Jurado Investigador y presentó una moción para que se retiren los cargos. El juez Michael Sonberg fijó su decisión para el 30 de enero.

“No hay cadáver, no hay escena del crimen ni testigos. Necesitan más que declaraciones ‘forzadas’ para presentar una acusación”, declaró Fishbein en rueda de prensa a la salida de la corte, una vez que puso a resguardo de los medios a la esposa e hija de Hernández, Rosemary y Becky, respectivamente.

Para Fishbein, las cuatro confesiones de su cliente fueron “forzadas” y el hecho de que las hiciera no quiere decir que sean verdad. Para él son debidas a las condiciones mentales de Hernández que él calificó de bipolar, con alucinaciones visuales y auditivas y con una capacidad intelectual al borde del retraso mental.

Si bien especificó que en este momento no está litigando las declaraciones, que hará en otra fase, sí señaló que “el 75% de los presos exonerados en el ‘Proyecto Inocente’, fueron condenados por declaraciones forzosas que resultaron falsas”.

Destacando que la Policía en 1987 desplegó todos sus esfuerzos para hallar pistas y testigos de lo sucedido a Patz, encontró sospechosos como José Ramos, 69. No fue hasta el 2004 que se presentó demanda civil contra él siendo condenado por ello. Ramos se encontraba entonces cumpliendo condena desde hacía dos décadas por abuso sexual de un menor en Pensilvania.

El criminalista Barry Deonarine, con casos de gran atención mediática —como fue el asesinato de la niña Nixzmary Brown— dio la razón a Fishbein indicando que, según la ley estatal, no es suficiente para condenar a alguien por sus propias confesiones.

“La defensa está correcta: hay que tener pruebas de un delito. El problema es que no tienen cuerpo, no tienen sangre… para indicar la existencia del crimen. Sus confesiones no son evidencia”, dijo el abogado.

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