Organiza tu biblioteca de forma sencilla y ordenada

A pesar de que el Internet ha permitido la fácil descarga y almacenamiento de libros digitales, las…

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Crédito: Wikimedia Commons by Dr. Marcos Gossler

A pesar de que el Internet ha permitido la fácil descarga y almacenamiento de libros digitales, las ediciones impresas difícilmente pasarán de moda. Los libros físicos son parte importante de cualquier hogar con padres responsables y dispuestos a criar a sus hijos con el hábito de la lectura; por ello y desde ahora organiza tu biblioteca adecuadamente para que siempre tengas a la mano tus títulos favoritos y tu estudio o sala de estar luzcan de maravilla.

Pregunta en tu tienda o almacén local si cuentan con libreros hechos de roble, cedro o caoba; si consigues uno tallado a mano tendrás la garantía que te durará mucho más. Por otra parte si decides ahorrarte estos dólares y ya cuentas con uno en tu casa, dale el mantenimiento necesario antes de volverlo a utilizar; probablemente necesites lijarlo y barnizarlo adecuadamente dejándolo secar por 48 horas. Además recuerda lustrarlo semanalmente con un aceite especial para muebles ya que de esta manera siempre lucirá como nuevo.

Si en tu casa cuentas con un estudio o área especial para que trabajes o bien para que tus hijos realicen sus tareas, coloca tu librero -o libreros- en esta habitación; es recomendable también contar con un cómodo sillón donde puedas darte el tiempo de leer tranquilamente en las tardes o fines de semana por ejemplo.

Una vez hecho lo anterior procede a destinarle una sección a tus libros; la mayoría de los muebles vienen con suficientes divisiones y secciones para que las utilices adecuadamente. De esta manera puedes poner arriba los relativos a tu oficio y profesión, incluyendo aquellos de carácter legal. Coloca los libros de tus hijos en otra sección y separa los demás por género: ficción, novelas, superación personal o autoayuda, biografías, autores latinoamericanos entre otros. Si gustas puedes utilizar etiquetas adhesivas para nombrar cada sección, procurando que los colores combinen con tu librero.

Muchas lectoras compran decenas de títulos al año para sólo leer el 10% de ellos. Es momento de reconsiderar si todos los libros con los que cuenta tu biblioteca realmente te serán útiles; separa aquellos esenciales, entre los que no puede faltar un diccionario enciclopédico por ejemplo y puedes donar o vender aquellos que no vayas a leer más. Regalar libros a una institución caritativa o proyecto estudiantil es una de las más nobles tareas que existen, ya que estás compartiendo conocimiento y cultura.

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