Huelga provoca dolor de cabeza

Padres se preparan por el paro de los buses escolares de la ciudad de Nueva York

La huelga de autobuses escolares sería la primera en la ciudad desde 1979. Ese paro duró 3 meses.

La huelga de autobuses escolares sería la primera en la ciudad desde 1979. Ese paro duró 3 meses. Crédito: <copyrite>EDLP</copyrite><person>Humberto Arellano< / person>

Nueva York — El tire y jale entre el sindicato de conductores de autobuses escolares con el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, tiene con los “pelos de punta” a algunas madres que están preocupadas por la huelga que está anunciada para iniciarse hoy en Nueva York.

A pesar que han establecido un plan de contingencia para que los estudiantes asistan a las aulas de clases, Jazmín Cortez todavía no sabe qué hacer para que su hija Ciara, de cuatro años y con síndrome de Down, no pierda clases y continúe con su terapia.

“No sé qué va a pasar. Esto de la huelga me estresa demasiado, espero que pronto lleguen a un acuerdo”, comentó Cortez, quien está embarazada y dentro de dos semanas espera la llegada de su segunda hija.

Cortez explicó que por su estado será difícil llevar a su hija a la escuela, ya que tendría abordar el tren y después caminar unas diez calles para tomar el autobús que la deja cerca de la escuela donde estudia su pequeña.

“No estoy trabajando y no tengo suficiente dinero como para esperar que después me devuelvan el dinero del transporte del taxi”, precisó Cortez.

Adriana Quintero, madre de otro menor también está angustiada por la huelga que afectaría a 152,000 estudiantes de la ciudad, entre ellos su primogénito Nicolás, de nueve años, estudiante de una escuela ubicada a casi dos horas de su domicilio.

“Si no se llegan a un acuerdo pronto, definitivamente los perjudicados son los niños”, dijo Quintero, quién está pensado en pedir vacaciones aunque de antemano sabe que será difícil que se las aprueben.

“Nicolás por ser un niño especial, es un niño de rutina y si pierde clases en poco tiempo se retrasaría en su aprendizaje y perderíamos lo que hemos logrado en largo tiempo y con tanto esfuerzo”, manifestó Quintero.

Entretanto Martina Jiménez, madre dos estudiantes de la escuela pública 24, en Brooklyn, no quiere imaginarse la situación de las mamás que necesitan de los servicios del bus escolar para enviar a sus hijos a la escuela.

“Es una situación muy difícil. Hay muchos padres y madres que no pueden traer a sus hijos a la escuela porque por su trabajo no se lo permiten”, indicó Jiménez.

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