Noé Hernández, el último héroe de la marcha

México/EFE — El andarín mexicano Noé Hernández, quien falleció ayer de un paro cardiaco días después de ser herido de bala en la cabeza, fue el último héroe olímpico de la marcha mexicana con la plata ganada en Sydney 2000.

La plata de Hernández, que llegó a la par de la descalificación en la meta de su compatriota Bernardo Segura, que marchaba delante del polaco Roberto Korzeniowski, es la última medalla de México en esa disciplina.

Con ese logro, ‘el Chivo’, como lo apodaban sus amigos, dejó de ser un desconocido de la marcha al subir al podio junto a Korzeniowski, oro, y el ruso Vladimir Andreyev, bronce.

El andarín murió de un paro cardiaco en un hospital de la zona metropolitana al que fue llevado por sus familiares, convalecía en su casa de las heridas de bala en la cabeza que sufrió el 30 de diciembre pasado.

Hernández logró su clasificación a Sydney, pero sorprendió a propios y extraños al llegar a las medallas ya que los expertos no le otorgaron la mínima posibilidad de lograr medalla.

Originario de Chimalhuacán, municipio del estado de México que forma parte de la zona metropolitana de la capital mexicana, Hernández nació el 15 de marzo de 1978 y empezó su carrera deportiva a los catorce años.

Hernández también fue cuarto en los Mundiales de Atletismo de París 2003 con 1 hora 18 minutos 14 segundos, el mejor tiempo en su carrera; dos años antes había sido descalificado en el Campeonato Mundial de Atletismo Edmonton 2001.

Su primera competencia internacional fue 1997, en Apodaca, Nuevo León, asistió al Campeonato Centroamericano en 1999 y a la Semana Internacional de la especialidad del mismo año.

En el 2002 ganó el campeonato mexicano con 1 hora 21 minutos 46 segundos y concluyó cuarto en la Copa del Mundo de Torino, Italia pero se ausentó de los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2002.

En el 2003 fue cuarto lugar en La Coruña, España, decimonoveno en el Grand Prix de Tijuana 2004 y en la Semana Internacional de Marcha de Ciudad Victoria ganó su pase para Atenas 2004, donde fue descalificado.

El andarín se caracterizó por sus constates cambios de entrenador y tras una lesión de rodilla que lo mantuvo inactivo casi dos años intentó clasificar a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Hernández fue responsable del deporte en Chimalhuacán y al mismo tiempo secretario del deporte del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado de México.

El atletismo está de luto.

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