Migrantes en México serán protegidos, Ardelio Vargas
Ardelio Vargas, nuevo comisionado del Instituto Nacional de Migración de México (INM), dice que irá por bandas de criminales, no por los inmigrantes

Ardelio Vargas Fosado, es el nuevo director del Instituto Nacional de Migración. Crédito: authors
MÉXICO, D.F.— En la oficina el nuevo comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM) apenas hay unos cuantos documentos dispersos por el librero y una computadora portátil que ayer alcanzó a desempacar en el primer día de trabajo aunque tiene ya un sólido plan en mente.
Ardelio Vargas, el nuevo director del Instituto Nacional de Migración de México, dice que va por los delincuentes que hace lustros secuestran, torturan, roban, atacan sexualmente y atormentan a los inmigrantes que cruzan al país para llegar a Estados Unidos.
La estrategia incluye una “limpia” al interior del organismo y en las calles.
“La prioridad es atacar a esas bandas dedicadas al tráfico y trata de personas y las plataformas en las que se mueven, pero a los migrantes se les dará un trato digno: vamos por el crimen, no por los indocumentados”, revela en entrevista con este diario.
Ardelio Vargas es un hombre de 58 años forjado en el campo de acción como policía de inteligencia y operativo. Agente raso y jefe, se mira a sí mismo “lejos del escritorio”, a la cabeza de operativos, investigaciones y persecuciones en la frontera sur.
Se apoyará en agentes federales, estatales y municipales para “garantizar” que cualquier inimigrante que pase por el país sea respetado en sus derechos humanos y sin ningún problema de seguridad.
“Vamos a darle a los transmigrantes el mismo trato que nosotros exigimos para nuestros migrantes en el extranjero”.
¿Cómo garantizará la buena actuación de esas autoridades con antecedentes de corrupción y abusos contra indocumentados?
Es instrucción del presidente, Enrique Peña Nieto –acota- el tema de la seguridad se trabajará de manera coordinada. “Estoy acostumbrado a trabajar así”.
Aclara que no puede hablar de las medidas que tomarán la Policía Federal y las locales para castigar posibles atropellos y extralimitaciones, pero garantiza que pondrá la cara por los “malos elementos” a su cargo: serán expulsados de la función pública y enviados a proceso judicial.
La depuración será anunciada en pocos días, horas quizá. “Tenemos investigaciones avanzadas de hace tiempo, documentadas desde mis trabajos previos de seguridad”.
El nuevo regulador de la política migratoria en México fue director de área en del CISEN (el centro de inteligencia nacional), comisionado de la Policía Federal y de la extinta Agencia Federal de Investigaciones.
“Sabemos contra quien vamos”. De Chiapas a Oaxaca, Tabasco y Veracruz, para empezar. Tiene listo un “mapeo” de los puntos exactos donde opera la delincuencia organizada que lucra con la diáspora y la pobreza.
En breve visitará refugios civiles para inmigrantes que encabezan férreos defensores de los derechos humanos como Olga Sánchez, que opera en el albergue Jesús El Buen Pastor, en Chiapas, y el sacerdote Alejandro Solalinde, en Nuestros Hermanos en el Camino, en Oaxaca, quien rechazó el nombramiento de Vargas por su perfil.
“Yo respeto mucho sus opiniones, pero debo decir que mi profesión es muy digna y estoy orgulloso porque ahora me va a servir en esta nueva misión”.
Vargas revisa en su expediente de vida una veta de trabajo social que matice su imagen de duro ante sus críticos. La encuentra en la organización contra el cáncer de mujeres indígenas que fundó con sus hijas en la sierra de su estado natal, Puebla, donde nació.
La agencia Tic Nime, que en nahual significa Somos Hermanas, atiende actualmente a 52 pacientes a quienes gestiona los trámites para la atención gratuita de enfermedades en clínicas de gobierno.
Lejos de esos esfuerzos, el combate frontal al crimen organizado y el restablecimiento del orden público ha sido su prioridad. Desde las crisis sociales de Oaxaca y San Salvador Atenco en 2006, hasta contener a manifestantes en el segundo informe del gobernador de Puebla, el pasado lunes, cuando todavía era secretario de Seguridad.
“Mi trabajo siempre ha estado más allá de la popularidad”, dice con la mirada tranquila.
“En esta nueva misión también haremos las cosas con responsabilidad”.
La nueva etapa implica tener en la mira al tren de carga que los centroamericanos utilizan como medio de transporte para cruzar el país conocido como “La Bestia” donde operan también las bandas del crimen que lucran con el éxodo y la pobreza a las que perseguirán.
“No vamos a detener a los inmigrantes”, repite.
El complemento de una diáspora ordenada será la participación de la sociedad civil. El comisionado espera una participación activa en una cercana Reforma Migratoria que “corregirá” los desatinos de la Ley de Migración y su polémico reglamento. “Agradeceré esa comunicación permanente”.