DEA impide ascenso a general en México por nexos a narcos

El diario The New York Times reveló que el gobierno de Obama bloqueó el nombramiento de Moisés García Ochoa para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)

El gobierno de Barack Obama se encargó de que el General Moisés García Ochoa, quien se consideraba sería el próximo titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), no obtuviera dicho cargo.

El gobierno de Barack Obama se encargó de que el General Moisés García Ochoa, quien se consideraba sería el próximo titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), no obtuviera dicho cargo. Crédito: Estadomayor / Sedena

Ciudad de México – El diario estadounidense New York Times publicó un reportaje donde revela que el gobierno de Barack Obama se encargó de que el General Moisés García Ochoa, quien se consideraba sería el próximo titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), no obtuviera dicho cargo.

En un amplio texto de Ginger Thompson, Randal C. Archibold y Eric Schmitt, se informa que la preocupación de Estados Unidos iba desde la sospecha de la Agencia Antidrogas (DEA) de presuntos vínculos con narcotraficantes hasta la inquietud del Pentágono sobre un mal uso de suministros militares, además de malversación de dinero con contratos de defensa multimillonarios.

En días anteriores a la toma de protesta presidencial de México el 1 de diciembre pasado, Anthony Wayne, embajador en Estados Unidos, se reunió con ayudantes de alto rango del aún Presidente electo, Enrique Peña Nieto para expresar alarma ante la posible promoción de García Ochoa.

“Esa comunicación extraoficial da un vistazo inusitado al profundo involucramiento del gobierno estadounidense en los asuntos de seguridad mexicanos, especialmente al tiempo que Washington evalúa a Peña Nieto, quien apenas hace dos meses inició su sexenio. El papel estadounidense en la selección de un miembro del Gabinete mexicano también resalta las tensiones y la desconfianza entre los Gobiernos a pesar de proclamaciones públicas de cooperación y amistad”.

En un pequeño perfil del General, The New York Times indica que tiene antecedentes ejemplares y enigmáticos, “personifica el dilema”, dice, es un oficial modelo sobre papel.

Obtuvo dos títulos avanzados de las academias militares más prestigiosas de México, y fundó el élite Centro de Inteligencia Antinarcóticos Nacional. Ha sido estudiante e instructor en programas de entrenamiento militar estadounidenses. Ha escrito tres libros, incluyendo uno sobre el papel de las Fuerzas Armadas en la lucha contra las drogas.

“Personas que conocen al General afirmaron que les impresionaron sus francas evaluaciones de la lucha contra el crimen organizado. Habló abiertamente de la corrupción gubernamental, un tema que se ha considerado tabú. Y en por lo menos dos ocasiones durante el pasado año y medio, señalaron amigos del militar, viajó en secreto a San Antonio para reunirse con funcionarios de inteligencia estadounidenses, pues no se sentía seguro reuniéndose con agentes en México, comentaron, y dio nombres de funcionarios militares y civiles que sospechaba proporcionaban protección a narcotraficantes”.

A pesar de que García Ochoa creía tener el apoyo de Estados Unidos, lo que no sospechaba era que dicho país “abogaba en silencio en su contra”.

The New York Times revela que algunos funcionarios estadounidenses, tanto activos como antiguos, reunieron una lista de acusaciones en contra del General.

“Mr. Ten Percent”.

El diario señala que entre los funcionarios, “tras bambalinas” se le apodó al General como “Señor diez por ciento”, esto por las sospechas que tenían de cómo manejaba los contratos. “dos funcionarios de Estados Unidos recordaron al General haciendo una petición formal de ayuda estadounidense para una unidad del helicóptero del Ejército, y luego dar marcha atrás al arreglo cuando Estados Unidos pidió ver los libros -entre ellos los registros financieros, de vuelo y de combustible de la unidad”.

The New York Times obtuvo informes de inteligencia de la DEA clasificados de los primeros años de la trayectoria del General, cuando fundó el centro de inteligencia contra el narcotráfico. Los informes, con fecha del 15 de diciembre de 1997, afirman que el entonces Coronel García Ochoa fue uno de varios altos funcionarios militares mexicanos involucrados en intentos de negociar un acuerdo con las organizaciones de narcotráfico más poderosas del país.

Los informes también afirman que el Coronel dirigió un operativo contra el cártel de Juárez en el que deliberadamente dejó escapar al capo Amado Carrillo Fuentes, diciendo que el Coronel “no dio órdenes de lanzar el ataque hasta que el vehículo en el que viajaba el capo había salido del área”.

El reportaje cierra diciendo que los funcionarios de Estados Unidos de alto nivel se reunieron durante dos días en la Ciudad de México, después del desfile del 16 de septiembre, con el fin de evaluar las sospechas sobre García Ochoa.

Finalmente, los estadounidenses expresaron sus preocupaciones a menos de una semana de que Peña Nieto anunciare oficialmente a su Gabinete.

El embajador Wayne a pesar de que hizo hincapié en que las acusaciones no estaba corroboradas, dijo: “El momento era importante, porque los presidentes mexicanos casi nunca reemplazan a la persona que designan como Secretario de la Defensa, así que quien fuera elegido estaría involucrado con la estipulación de los términos de cooperación durante los próximos seis años”.

Los tres periodistas indican en el texto que intentaron entrevistar a autoridades mexicanas para la elaboración del reportaje, sin embargo se rechazaron las peticiones, así como funcionarios estadounidenses que se negaron a comentar públicamente las sospechas sobre el General.

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