Inmigrante de Florida tiene 15 años sin ver familia

La historia de un mexicano que reside en Miami es el reflejo de la dura realidad que viven muchos indocumentados en EEUU

Desde hace poco más de 15 años su familia no ve a don Víctor Jiménez Gordillo, pero esposa e hijos valoran su esfuerzo, su dedicación, incluso haberlos abandonado por un mejor porvenir.

“Él migró sin documento a Estados Unidos, lo llevó un coyote, cobró el viaje, yo estaba pequeño, pero ahora me cuenta mi madre que el esfuerzo fue enorme para que él saliera en busca de mejores condiciones de vida para los suyos”, narró Víctor Enrique Jiménez Velázquez.

Entrevistado en la oficina de la diputada especial de atención a migrantes del Congreso de Tuxtla Gutiérrez, en México, el joven de 20 años comenta que su padre vive en Miami.

Sostiene que sus siete hermanos y su madre Carmenlitania Velázquez, no lo han vuelto a ver, pero lo esperan en Frontera Comalapa, en la Sierra Madre de Chiapas, donde se conforman con mantener comunicación telefónica.

Él no cree que los haya abandonado para siempre, ni por su cabeza pasa el que haya habido una ruptura entre sus padres y que esa haya sido la causa de la migración, por el contrario, “él (su padre) sigue asumiendo su responsabilidad, nos envía un promedio de tres mil pesos quincenales que mi madre tiene que multiplicar para que alcance para todos los gastos”.

Reveló que su padre trabaja en Miami en la industria de la construcción. Aprendió a manejar maquinaria pesada y ahora es operador, “nos comenta que gana bien”, tiene que mantenerse allá, sufragar sus gastos en sus propias necesidades, pero no nos deja de atender.

Jiménez Velázquez confía en que algún día su padre retornará a casa, para ello están preparados, pero comenta que ni él ni sus hermanos se enteraron cuando tomó el camión para salir del pueblo, sino hasta después de tres meses cuando ya estaba en Estados Unidos.

Generalmente mi papá, comenta el estudiante de criminología de una escuela privada, donde consiguió una beca del 50 por ciento, siempre viajaba, tardaba varios días en regresar a casa, por eso no percibimos el momento en que se fue.

Con el paso de los años mi hermano José Alfredo Jiménez Velázquez, decidió migrar, imitó a mi padre, reunió recursos y emprendió el viaje, ha venido a Frontera Comalapa y ha regresado a Estados Unidos en dos ocasiones, ha preferido seguir allá por la oportunidad de ganar dinero.

“Mi madre Carmenlitania Velázquez aprovecha al máximo los recursos, trata de que nos alcance para lo indispensable, el pago de mis estudios universitarios en Tuxtla Gutiérrez y otros gastos”, indicó.

Mi padre, continuó, no nos ha visto desde hace muchos años, pero nos sostiene, cuando se fue no tenía nietos, ahora ya tiene cinco, la familia ha crecido.

Finalmente, comentó que a su padre sólo lo ven en fotografías, ahora está más gordo y blanco, a diferencia de cuando vivía con nosotros, aunque por mi edad cuando él se fue no me acuerdo del todo como era.

Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain