Perea por la patria y la familia

Italo Perea se preparó en el Gleason's Gym bajo la tutela del experimentado Tommy Gallagher, quien ve mucho potencial en el peso completo ecuatoriano, ganador de la presea dorada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara.

Italo Perea se preparó en el Gleason's Gym bajo la tutela del experimentado Tommy Gallagher, quien ve mucho potencial en el peso completo ecuatoriano, ganador de la presea dorada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Crédito: <copyrite>especial</copyrite><person> Victor Matos< / person>

NUEVA YORK — Tommy Gallagher se toma un momento para hablar mientras enrolla el bendaje en los puños de su pupilo, que se prepara para subir al ring y medirse a un chata o ‘sparring’ .

“Estoy muy emocionado. Y con el tiempo que tengo haciendo esto, yo no me emociono fácilmente”, dice. “Si este muchacho hace al menos la mitad de lo que ha mostrado, no hay duda de que vamos a ganar”.

El muchacho al que el experimentado entrenador de peleadores se refiere es Italo Perea, la promesa del boxeo ecuatoriano en la categoría de los pesados que debutará como profesional hoy en en el Roseland Ballroom de esta ciudad.

“Espero que este sea el primer paso del camino que me lleve a ser campeón del mundo”, dice Perea, a quien no le inmuta el hecho de entrenar en el Gleason’s Gym, por donde han pasado grandes como Muhammad Alí, Roberto Durán o Julio César Chávez.

“A ver si algo de esa leyenda se le pega a uno, pero en verdad uno es el que se hace su propio camino”, dice el joven púgil antes de subir al ring.

La consigna en su camino a la meta de ser campeón del mundo es una promesa que un día le hizo a su madre, quien falleció en 2009 víctima de un enema pulmonar.

“Por ella estoy aquí y por ella hago todo esto”, comenta.

El primer paso de Perea será en una pelea pactada a cuatro episodios contra Excell Holmes, quien cuenta con una marca de 2-1-1, 1 KO.

En este joven, existe además un encarnado orgullo patrio al siempre asegurar que porta los colores de Ecuador con orgullo a donde quiera que va.

“Siento un amor profundo por mi bandera y siempre cargaré sus colores en mi pecho”, expresa.

Puede que ese nacionalismo se deba a que hasta hace unos meses Perea se fajaba como amateur representando a su país en la Olimpiada de Londres.

Como representante de su nación, este gladiador ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011.

Pero eso ya ha quedado atrás y ahora apresta los puños para estrenarlos como profesional.

“Inicié un entrenamiento de adaptación fuerte y ahora estoy acercándome a la pelea. Ha sido algo tremendo, la evolución, el cambio que hemos dado. Me siento adolorido por los entrenamientos, pero no dolores extra. Hemos cambiado el ritmo de la pelea. Estamos trabajando más rounds y más fuerte y casi no sentimos el cansancio”, explica.

Su duelo forma parte de la cartelera en la que se destaca el regreso del “hijo adoptivo de Puerto Rico” Thomas Dulorme, número 10 del ránking del Consejo Mundial de Boxeo, que se medirá a Eddie Brooks en pleito acordado a ocho episodios.

Otro que peleará esa noche es el joven prospecto dominicano Neuky Santelises, que buscará su cuarta victoria ante Denis Madriz.

Esa es la compañía con la que contará Perea en su primera pelea quien mientras se prepara para esa noche y comenzar a emular a uno de sus ídolos Muhammad Ali, de quien parece tener la pegada y la facilidad de palabra.

“La gente va a disfrutar, va a ver movientos lindos, va a ver lo que les gusta: el pun (sic) y pues también la sangre. ¿De quién será? Espero que no sea la mía”, finalizó.

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