Nueva York – El Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York no anda con rodeos y quien no cumple las normas lo paga muy caro. En días recientes 20 carritos de comida callejera fueron cerrados en el vecindario de SoHo, en Manhattan, por supuestamente operar en horarios no permitidos en ese sector.
Según las autoridades, los propietarios de estos puestos de comida ambulante operaban de manera ilegal durante la madrugada y muchos nunca trasladaban sus carritos a los centros donde reciben mantenimiento de limpieza.
Muchos vendedores también fueron acusados de dejar sus carritos sin atención por largos periodos, lo que estaba provocando la aglomeración de clientes.
El conflicto con los vendedores ambulantes de comida en ese vecindario lleva varios años, debido a que los vecinos se quejan de que promueven la acumulación de basura, aglomeración de transeúntes y contaminación del ambiente.
Las autoridades indicaron que actualmente el Concejo Municipal está estudiando una legislación para que los vendedores callejeros que violen las normas reciban multas de entre $500 a $1,000.